La diputada provincial de Santa Fe por Juntos por el Cambio Amalia Granata sorprendió en las últimas horas con sus declaraciones públicas, en esta ocasión por su propuesta para la implementación del Servicio Militar Obligatorio (SMO) en Argentina, pese a que no es su jurisdicción ya que se trata de un tema de ámbito nacional. Las críticas en redes sociales por la propuesta, aunque también apoyos, no se hicieron esperar.

“Me encantó el servicio militar obligatorio. Me parece fabuloso”, ratificó Granata en diálogo con La Nación+ tras sacar el tema, y consideró que “encaminaría la conducta de los jóvenes en el país”.

Según explicó, la idea cobró fuerza luego de un viaje realizado a Israel, país donde la formación militar es obligatoria para todos los y las jóvenes una vez que terminan la escuela.

Al respecto, sugirió que “es necesario pensarlo como la formación de una conducta para que los jóvenes se levanten a las 6 de la mañana, estudien, hagan ejercicios y les enseñen un oficio”.

Además, recordó: “Ahora tenemos cada vez más pobreza y chicos en la calle. Primero hay que generar una conducta. Con eso podes encaminarlo hacia esa conducta y darles otro estilo de vida”.

Cuando el conductor del programa, Jonatan Viale, le remarcó la situación de hipótesis de guerra constante en la que se enmarca Israel, la legisladora le replicó: “Vení a Rosario, que hay guerra narco. Cada vez está peor. Hay balaceras y mueren personas todos los días. No hace falta ir a Ucrania para ver una guerra”.

Inalterable en su postura, detalló que en el país asiático el SMO de las mujeres dura dos años y el de los hombres dos años y medio, y destacó como ejemplo a replicar que “cuando lo finalizan se toman un año sabático para irse de mochileros y a los 23 arrancan la facultad”.

Hacia el final, puso de relieve también el nivel educativo de los jóvenes, que según afirmó, manejan hasta tres idiomas.

Si bien la propuesta no parece contar con el quórum requerido ni siquiera entre los sectores más conservadores de la política, no faltan dirigentes que cada tanto la traen a colación como una especie de remedio a la pobreza y la delincuencia.

El Servicio Militar en Argentina fue obligatorio desde 1901 hasta 1994, año en el que asesinaron al conscripto Omar Carrasco tras una serie de abusos de poder y maltratos físicos y mentales, tales como los ocurridos durante la última dictadura militar.

Mientras se investigaba el crimen, el Servicio Militar Obligatorio fue derogado mediante un decreto firmado por el presidente Carlos Saúl Menem el 31 de agosto de 1994 y la implementación de un sistema de voluntariado rentado, poniendo fin de esta manera a la Ley Nº 4031 aprobada por la Cámara de Senadores el 11 de diciembre de 1901: un año en tierra y dos en la marina a los varones de 20 años.

Críticas

Las críticas a Granata en redes sociales fueron mayoría por una propuesta prácticamente improvisada, sin consignar cómo se sustentaría la inversión para que cientos de miles de jóvenes cumplan con el servicio militar, además de imponer dos años de la actividad y coartar la libertad de elección de los jóvenes. 

Por otro lado, también recibió apoyos por parte de quienes consideran que deben hacer el Servicio Militar quienes no estudian.