Este viernes 11 de abril, el ministro de Economía Luis Caputo confirmó el fin del cepo cambiario a partir del próximo lunes, en el marco del inicio de la llamada “Fase 3” del programa económico del Gobierno nacional. La medida será acompañada por un nuevo régimen de flotación administrada del dólar, con un rango entre $1.000 y $1.400, que se ajustará mensualmente en un 1%.

Los anuncios contrastan con los dichos del presidente Javier Milei, quien hace apenas dos meses aseguraba que el dólar “podría caer hasta los $600” y rechazaba un supuesto atraso cambiario.

El anuncio coincidió con la aprobación del nuevo acuerdo de facilidades extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que contempla desembolsos por USD 20.000 millones, de los cuales USD 15.000 estarán disponibles durante 2025. En una conferencia de prensa, Caputo agradeció al presidente Javier Milei por su “liderazgo, generosidad y valentía”, y aseguró que el país “va a ser el que más crezca en los próximos veinte o treinta años”.

Entre los cambios clave del nuevo esquema se destacan la eliminación del dólar “blend”, la habilitación para distribuir utilidades al exterior a partir de los balances de 2025, y el levantamiento total del tope mensual de USD 200 para la compra de divisas por parte de personas humanas.

La banda cambiaria implica una devaluación potencial del 23% si el dólar alcanza el techo de $1.400, y una apreciación de hasta el 30% en caso de ubicarse cerca del piso de $1.000. Con esta medida, el Gobierno parece reconocer en los hechos que el tipo de cambio estaba atrasado, en línea con lo que venían señalando técnicos del FMI y numerosos economistas.

Milei en febrero: “El dólar podría caer hasta los $600”

El nuevo esquema anunciado por Caputo se contrapone con los argumentos expresados por Javier Milei en una columna publicada el 7 de febrero en el diario La Nación, titulada “Atraso cambiario: el disco rayado de los economistas”. Allí, el presidente rechazaba las advertencias sobre un eventual desajuste en el tipo de cambio, y calificaba de errónea la metodología usada por quienes sostenían esa hipótesis.

“No sólo no hay atraso cambiario, sino que además el dólar podría caer hasta los $600”, escribió Milei en esa nota, donde criticaba a los economistas por “repetir siempre el mismo disco rayado”.

En ese texto, Milei también señalaba que “toda vez que el tipo de cambio real empieza a caer, los economistas comienzan a dar alarmas de atraso cambiario sin siquiera considerar el caso de una apreciación del peso”. Y aseguraba que, en términos monetarios, el dólar no tenía motivos para subir, al sostener que “se absorbe más de 6% de la base monetaria por mes, al tiempo que se recompone la demanda de dinero y la economía crece”.

Contradicciones

A sólo dos meses de aquella defensa del tipo de cambio vigente, el oficialismo modifica sustancialmente su estrategia cambiaria. La implementación de una banda de flotación con valores mínimos y máximos significativamente más altos que los defendidos por el presidente genera dudas sobre la coherencia del discurso económico del Gobierno.

Si bien Milei descartaba cualquier atraso y hablaba incluso de una baja posible del dólar hasta los $600, hoy se establece un piso formal de $1.000, lo que representa un 66% más respecto de aquella proyección presidencial.

La medida también implica un reconocimiento tácito de que las condiciones macroeconómicas exigían una corrección cambiaria, algo que desde el entorno del presidente se había negado de forma enfática semanas atrás.

Contexto internacional y presión del FMI

La aprobación del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional habría sido un factor determinante para avanzar con la liberación del mercado cambiario y la actualización del dólar oficial. Según distintos especialistas, el esquema de bandas era una recomendación técnica sostenida desde hace meses por los equipos del organismo internacional.

En este sentido, el Gobierno presentó la flexibilización del régimen y la eliminación del cepo como parte del compromiso con la estabilización monetaria y la acumulación de reservas, objetivos centrales del programa acordado con el FMI.

Una señal al mercado 

Según los anuncios de Caputo, la decisión de anunciar el fin del cepo y establecer nuevas reglas de juego para el tipo de cambio busca generar confianza en los inversores y fortalecer el vínculo con el mercado internacional. 

Sin embargo, la diferencia entre los mensajes del presidente en febrero y la política implementada ahora por su ministro de Economía abre un interrogante sobre la consistencia y previsibilidad del rumbo económico.