El Gobierno nacional deberá pagar este miércoles alrededor de 1.850 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) por el préstamo Stand By firmado en 2018 durante el Gobierno de Cambiemos que encabezaba Mauricio Macri.

Fuentes oficiales confirmaron que el Ministerio de Economía ya cursó al Banco Central la orden de pago por 1.327 millones de derechos especiales de giro (DEG, la unidad que utiliza el Fondo) para el miércoles 22 de diciembre. Según el tipo de cambio DEG-dólar de ese día, serán algo más de u$s1.850 millones, consignó el diario Ámbito

Por otra parte, el FMI analizará esta semana los resultados de una evaluación interna del programa de facilidades extendidas que fue suscripto por el expresidente Macri, que se encuentra suspendido desde los últimos meses de 2019.

De esta forma, antes de que el directorio del organismo discuta el nuevo programa que la Argentina suscribirá con el FMI para reprogramar la deuda de US$ 45.000 millones que tomó la gestión anterior con el organismo financiero, el Fondo analizará primero las lecciones que dejó el acuerdo anterior, ya que se encuentra suspendido desde el 2019.

Cabe recordar que el gobierno de Macri contrajo en 2018 con el Fondo una deuda por un monto total de US$ 57.100 millones, aceptando una mayor tasa de interés por haber recibido un monto que superaba su cuota dentro del organismo multilateral. Finalmente llegaron a otorgarse cerca de US$ 45.000 millones.

"Para los países donde se contempla un nuevo programa posterior, es deseable completar la evaluación ex-post antes de que el Directorio Ejecutivo lo considere", indicó semanas atrás un vocero del FMI a Télam.

Por otro lado, se trata de un expreso pedido del presidente Alberto Fernández, quien para suscribir un próximo acuerdo manifestó en varias oportunidades la necesidad de que se evalúen los errores cometidos, entre ellos que se habría tratado de un préstamo con claro tinte político, en el marco del proyecto reeleccionista de la gestión de Cambiemos, hoy Juntos por el Cambio.

Asimismo, tanto el Presidente como el ministro de Economía Martín Guzmán plantearon que el rechazo al Presupuesto 2022 en el Congreso complicó el proceso de negociación que había planeado el Gobierno ante el FMI.