Valentín camina de la mano de su mamá… trastabilla, tiene el cordón de su zapatilla desatado. Ella se detiene y apurada lo ata sin percatarse que sus movimientos son observados por la mirada atenta de su hijo. Es que en el jardín, la seño, les había enseñado cómo hacerlo…

La diferencia entre lo que hace o enseña una mamá, papá, abuela, tío… y una docente, radica en la intencionalidad que la misma pone en sus prácticas asumiendo la enseñanza de contenidos.

Sucede que enseñar no solo  es “instruir” en situaciones o circunstancias a las que podemos llamar “escolares”, donde los niños de un grupo etario determinado, todos juntos, en grupos o de manera individual, realizan o participan de una  actividad o propuesta.  En realidad, la enseñanza de contenidos en el jardín de infantes es un proceso en el que el niño participa de manera conjunta con sus pares y la docente, la cual ofrece puentes, a través de un conjunto de acciones que realiza  para que los niños logren establecer vínculos afectivos saludables que les permitan construir sentimientos de confianza y apropiarse de los significados culturales del contexto del cual forman parte.

Enseñar y acompañar

La enseñanza implica la transmisión intencional de la cultura a través de las acciones que el adulto realiza “para” y “con” el niño,  acompañándolo y haciéndolo partícipe para iniciarlos en sus procesos de alfabetización cultural. Enseñar en el Nivel Inicial es dar conocimientos, afecto, confianza, calidez, cuidado, seguridad, es observar, es ofrecer escenarios, saber retirarse en el momento oportuno dando lugar a sus logros y posibilitando una autonomía en crecimiento. Es acompañar con palabras, es proponer actividades seleccionando contenidos y estrategias, dejando en claro que los niños son sujetos de derechos, derecho a la educación, entre otros, por lo que implica pensar y decidir qué se enseña en el jardín y en función de ello, enunciar contenidos de enseñanza.

Desde el momento en que un niño hace su ingreso a una institución educativa, se institucionaliza y comienza a correr un tiempo de construcción histórica en la que el jardín y todos aquellos que lo integran, adultos y sus  compañeritos, tienen un papel fundamental en la construcción de cada quien. El jardín pasa a ser un espacio de encuentro en el que la diversidad debe tomarse como una oportunidad pedagógica, donde la familia tiene un rol importante. Cuando el niño llega al Jardín se encuentra con un espacio social y físico desconocido, con personas que le son extrañas, las que de a poco irá integrando  lo que le irá permitiendo  aceptar la separación de la mamá o del adulto que lo lleva.

Acciones

Solemos escuchar que cuando se consulta el por qué el niño es enviado a un jardín las respuestas suelen ser “para que juegue”, “en casa está solo”, “se cría entre grandes”, “para que tenga amiguitos”, “para que aprenda”…etc, sin tener demasiado en claro a lo que se refieren cuando se dice “aprenda”.  En el Jardín se enseña y se enseñan contenidos, siendo el juego la estrategia del Nivel. Podemos agrupar diferentes acciones que los educadores llevan a cabo en las  que se reconoce un educador que enseña. Por ejemplo:

-al armar un escenario para dramatizar, armar un espacio con diferentes elementos, al colocar imágenes en la pared a determinada altura para que los niños puedan observar, de esta manera, el docente construye un ambiente alfabetizador.

-cuando la docente lee un cuento o recita una poesía, cuando realiza acciones para los niños o con los niños. Cuando juega junto a los niños, concretando acciones conjuntas. Promueve  un pasaje del control de la situación, habilitado por la docente, quien estimula la autonomía de los niños.

-cuando sostiene, abraza, hace upa, motiva,  alienta al niño que lee solo,  al que logra armar un rompecabezas, etc,  son acciones educativas en relación a compartir emociones y expresar afectos de manera verbal, con gestos, con disponibilidad corporal.

-cuando la docente realiza una observación atenta y analiza lo observado, lo cual le permite decidir qué ofrecer, cómo actuar, de qué modo presentar una situación,  en función del grupo, del contexto, de lo que desea lograr, etc.

Proyecto

El docente, como profesional y artesano de su tarea, cuenta con el apoyo de un proyecto político-pedagógico, como herramienta de trabajo, el cual constituye un marco de su actuación para una mejor labor en la sala planificando en equipo, junto a sus colegas, lo cual le permite atender a las características de los niños, de las familias, la comunidad y el contexto donde desarrolla su tarea.

El paso de los pequeños por el jardín, posibilita el ejercer su derecho a acceder desde temprana edad al conocimiento socialmente significativo, disfrutando plenamente su infancia.  


Prof. Marcela Alejandra Echenique

DNI 20699079