“El plantel decidió parar los entrenamientos hasta que nos completen el pago correspondiente al mes de diciembre de 2016 mínimamente. El motivo además es por incumplimiento de la parte dirigencial y falsas promesas en reiteradas ocasiones”. Este es el comunicado firmado por el plantel profesional de Sportivo Belgrano, con el que se informó la decisión de no entrenar de manera normal ante la falta de pago por parte de la dirigencia.

Ante la indefinición por el comienzo del Federal ahora el club de barrio Alberione atraviesa otro problema, el malestar de los futbolistas ante una deuda de entre de dos y tres meses, según los diferentes casos.

El pasado jueves el presidente Rubén Finetti y el vice, Diego Córdoba, prometieron a los jugadores que la semana entrante estaría el pago de, al menos, un mes de sueldo. Mientras tanto el plantel tendrá sábado y domingo libre y el lunes tiene programado su regreso.

Cambios en el estatuto

Cuando los clubes del Federal A ya habían acordado comenzar la actividad el 10 de marzo, llegó el estatuto desde FIFA con cambios respecto del que habían acordado previamente.

En un principio, dirigentes del ascenso y de Primera habían definido un total de 22 asambleístas de Primera, 21 del ascenso y 3 de grupos especiales. El nuevo estatuto reduce el número que le corresponde al ascenso a 19, por lo que el foco de conflicto volvió a encenderse.

Además, otro de los puntos que causará efecto en los dirigentes del ascenso es que el ente que rige el fútbol mundial quiere que las elecciones se atrasen al menos 15 días, es decir, del 16 de marzo para principios de abril.

Pretemporada eterna

Aguardando una solución final a estos conflictos, Sportivo cumplió su sexta semana de entrenamientos.

“Lo que estamos haciendo es, una vez que completamos lo pautado, es seguir estimulando las capacidades principales para que el jugador no pierda aquello que consiguió”, afirmó Cristian Ferreyra, preparador físico del equipo.

La postergación constante en el reinicio del torneo presenta una postura diferenciada en barrio Alberione: “Lo negativo pasa por el hecho de que el jugador necesita la competencia ya que es allí donde termina consiguiendo el ritmo que necesita. Igual, se rescata el tiempo de trabajo que tiene el técnico para pulir detalles del modelo de juego, aunque es por la competencia real donde se hacen los análisis para trabajar en la semana”, cerró.