Sol Capello no deja de escribir su historia en el pádel argentino. A sus 18 años, la sanfrancisqueña fue convocada una vez más por la Selección Argentina de Pádel y representará al país en un nuevo torneo internacional: la American Pádel Cup. Aunque el certamen es reciente y poco conocido, Sol no dudó en aceptar: “Me tuve que informar, no sabía de qué se trataba. Pero obviamente, siempre es un orgullo vestir la camiseta”, compartió en diálogo con El Periódico.

La noticia la encontró en un gran momento deportivo, luego de vencer a las actuales número uno del ranking nacional: “Estoy con muy buenas sensaciones”, aseguró con entusiasmo.

“Es lo más lindo que le puede pasar a un deportista”

No es la primera vez que Capello se pone la camiseta de la Selección. Ya lo hizo en categorías menores y también en mayores. Pero lejos de acostumbrarse, valora cada oportunidad como única: “Siempre estoy esperando la noticia, lucho todos los días para que me vean. Representar a la Argentina es lo más lindo que te puede pasar como deportista”.

Sol Capello.
Sol Capello.

De San Francisco a Buenos Aires, con la mirada en el alto rendimiento

Aunque muchos la recuerdan en las canchas de la ciudad, Sol ya hace tres años que vive en Buenos Aires, donde lleva adelante una exigente rutina que combina estudio y entrenamiento: “Me levanto a las 7, curso de forma virtual mientras desayuno, y a las 9 ya estoy entrenando. A la tarde sigo con físico, psicóloga o más clases. Allá toda mi vida es pádel. En San Francisco tenía cumpleaños, amigos, otras cosas... pero esto es lo que elegí”.

¿Una referente? “Ojalá”

Si bien todavía no se asume como modelo a seguir, Sol reconoce que muchas chicas la siguen desde su ciudad natal: “Ojalá sea una referente. Lo que intento todos los días es transmitir que hay que entrenar como si no hubiera un mañana. Yo no nací con talento, todo lo logré con esfuerzo y disciplina”.

Aprender desde el banco

También hubo momentos difíciles. En la edición anterior con la Selección, no fue elegida para disputar la final: “Fue duro, pensé que me iban a poner. Pero esas cosas te dan fuerza. Hay que tragarse las broncas y seguir. Eso me ayudó a mejorar todos los días”, reflexiona con madurez.