Diego Medina es el coordinador del área de captación de Boca Juniors. El hombre oriundo de Freyre y ex jugador de Sportivo Belgrano, contó en diálogo con El Periódico algunos detalles que él observa en el mundo del fútbol infantil de nuestra región y de Buenos Aires.

Medina encabeza el proyecto de captación del "Xeneize" y tiene "ojos en todo el país". De acuerdo a su trayectoria, el hombre de Freyre dio algunas consideraciones sobre la competencia en edades infantiles y remarcó la importancia de la doble afiliación, vigente desde el año pasado en el baby fútbol de nuestra ciudad.

El detalle que remarcó es la cantidad de partidos y la competencia que necesitan los más chicos para crecer en el fútbol, más alá de que termine viviendo de esta disciplina o no. "Siempre planteé en Liga de Baby Fútbol esta situación. ¿Por qué el baby de San Francisco está tan lejos del baby de Buenos Aires? Cuando empiezo a trabajar acá y a ver los babys de Buenos Aires, empiezo a ver que el chico crece en la competencia. Un chico de temprana edad acá entrena, por ejemplo, en Boca u otro club de AFA los días lunes, miércoles y viernes; y martes y jueves entrena en el baby, en su barrio. Compite en su club de AFA el sábado y el domingo también compite en el baby. Tiene competencia todos los días y el baby acá es el barrio; no nos gusta mucho que haga eso, pero contra eso no podemos competir porque el barrio es el barrio", explicó.

En ese sentido, Medina señaló que esa competencia es la que los hacer crecer y superarse a sí mismos, aunque advirtió que en el baby de Buenos Aires suceden cosas insólitas y lamentables. "Está realmente distorsionado en muchos casos, no en todos, porque hay chicos que les pagan para que jueguen en el club de baby del barrio, lamentablemente y muchas veces el padre lo utiliza al chico para recaudar dinero o poder comer en la semana; y estamos en contra de eso", lamentó. 

"Pero parece que en Argentina estamos en contra de que los chicos tengan tanta competencia, de que jueguen tantos partidos desde chicos. Yo aprendí hablando con colegas europeos que me hicieron ver que el chico desde que nace empieza a competir en Argentina, quiere competir y cuando en Europa implantaron que el chico se divierta, se dieron cuenta que el chico se iba a la otra competencia y llora cuando pierde, y uno cree que eso está mal porque tiene que divertirse, pero eso lo hace crecer. En Europa formaban a los chicos para que se diviertan y veían que en Argentina ya tenían esa competencia desde chiquitos, y juegan en la Bombonera, que late, con toda la gente gritando y no los afecta para nada porque ya tienen la experiencia de competir desde chicos y con la presión del baby, que a veces es terrible", agregó.

Medina trabajó en divisiones inferiores de Vélez Sársfield junto a Sebastián Pait a quién considera un "gran maestro" junto a Alfredo Altieri (ex PF de Bianchi en Boca). Además, formó parte del "renacer" de Talleres de Córdoba junto a Frank Darío Kudelka (amigo y coterráneo) y compañero también de Carlos Ranalli, quién también trabajó junto a él en la T.

Según detalló Medina, es esa competencia la que hace crecer al jugador desde chico, plantándolo ante diferentes situaciones que debe resolver dentro de la cancha y brindó detalles de lo que sucede con jugadores de edades más avanzadas o etapas previas a Primera, como reserva. "Acá hay chicos que entrenan a la mañana y a la tarde, pero muchos se van a perfeccionar a un centro de alto rendimiento. En nuestra época entrenábamos a la mañana y a la tarde íbamos al campito, y hoy no están más. Entonces hay que arreglárselas con las Escuelitas para los más chicos y con los centros de alto rendimiento, más juega el chico, más crece, más compite, más crece"

Más competencia, un matiz clave en el fútbol formativo local y de Buenos Aires
Medina junto a Rodrigo Pitavino, delantero oriundo de Devoto y ex Antártida Argentina.

Doble afiliación 

Medina celebró la normativa que aprobó la Liga de Baby Fútbol en 2020 para que los chicos de categorías puntables puedan también jugar en ligas de cancha de 11 con el objetivo de que estos tengan más estímulos que lo ayuden a crecer en el deporte. "Yo proponía que los dejen jugar porque el chico lo que quiere es jugar, cuando le quitamos el juego ya entramos a perder porque queremos que juegue solo acá. Ya lo están haciendo y me parece muy importante", indicó.

"Acá los chicos terminan con 80 o 90 partidos en el año y en una Liga de Baby o en la Liga Regional juegan entre 20 y 30 partidos en el año. Ahí está la diferencia, entonces tenés que traerlos cada vez más chicos para formarlos acá, cosa que no comparto del todo. Nosotros tenemos desde la categoría 2007 para arriba, pero estoy detrás de un proyecto para traer a chicos de prenovena, es lo que viene y compito con mi vecino (River) que ya lo está haciendo. Siempre estudiando el contexto, es una locura, pero lamentablemente en el fútbol la formación la tienen que tener en estos lugares, no porque sea mala la formación en el interior, sino porque a veces en la Liga no tienen la competencia que tendrían que tener", contó Medina.

Y agregó: "También porque a veces la Liga se maneja de manera autónoma y me parece que tenemos que trabajar en conjunto para sacar jugadores de fútbol. Nuestra liga está plagada de jugadores con doble competencia".

"Me pasaba que veía a un jugador de baby de San Francisco que la rompía, pero lo traía acá y juegan en cancha grande, me iba dos años para adaptarlo. Por eso son muy pocos los chicos del baby de San Francisco que quedan", indicó Medina.

Panorama de la región: categorías puras

Con respecto a San Francisco y la región, el coordinador de captación de Boca afirmó que hay un gran material y que está dentro de las zonas donde todo captador viene a ver jugadores, sin embargo hay algunos detalles que podrían cambiar para mejorar la formación. "Yo lo veo bien, pero a veces hay que cambiar algunas cositas. No es fácil y lo entiendo, por ejemplo la unión de dos categorías que no es bueno para la formación del niño, sé que hay clubes que no llegan armar la categoría y por eso las unen, pero estamos equilibrando para abajo. Pasa también que hay que ganar y en esos casos, el técnico pone a los más grandes; y los más chicos pierden un año porque no pueden competir. Hay equipos que se las ingenian y llevan a esos chicos a jugar la Liga Juvenil, eso está buenísimo. Pero tenemos que tratar de trabajar con los lineamientos de AFA, nos guste o no, porque es la única forma de lograr un jugador y que realmente quiera -y pueda- vivir de esto, que se pueda desarrollar porque si no siempre va a perder un año", explicó.