En Turquía durante el 2010 se vio la mejor versión del interno de la Selección Argentina, más allá del liderazgo fuera del campo de juego, que lo llevó a convertirse en el gran capitán de la camada más ganadora de la historia del deporte de la naranja en nuestro país, fue el gran abanderado de la ofensiva de los dirigidos por Sergio Hernández. En cinco oportunidades sumó más de 30 unidades, incluida la memorable tarde en la que convirtió 37 ante Brasil por los octavos de final, lo que colaboró lo suficiente para que alcanzará los 660 puntos en la competencia y sea el segundo máximo anotador de la historia solo por detrás de Óscar Schmidt.

Con 39 años demostró estar a un gran nivel y respecto de lo que sucedió hace 17 años en Estados Unidos aumentó sus estadísticas dentro del campo de juego. Ese crecimiento permite creer que el récord del bonaerense podrá seguir aumentando, pero para ello deberá superar el duro escollo que es Serbia, uno de los grandes candidatos a quedarse con la corona en China. Este equipo bajo la bandera del gran capitán demostró que nadie le quitará la ilusión.

Fuente: TyC Sports