Entre guantes y la crianza de su nene: la vida de una boxeadora amateur en San Francisco
Ruth Gutiérrez es mamá de Bastián y entrena todos los días en Brito Box, donde también da clases a chicos y chicas de entre 5 y 12 años. Sueña con crecer en el boxeo, pero sabe que el camino exige disciplina.
Ruth Gutiérrez (22) conoció el boxeo a los 14 años, cuando buscaba un gimnasio para mantenerse activa y se encontró con una bolsa y guantes de boxeo. Al principio miró con desconfianza, pero luego sus manos le darían la seguridad para probar arriba del ring. "Con el tiempo me fue gustando, me fue apasionando y por eso hoy en día estoy acá en el gimnasio", contó. Ocho años después, lleva ocho peleas amateurs (una perdida, un empate y seis ganadas) y sueña con seguir creciendo en la disciplina.
En 2023, participó de un torneo en Córdoba del que regresó con un cinturón. Desde entonces, no afloja. "Me empezaron a gustar los guanteos, entrenar, ser constante en el gimnasio. Aparte el ambiente es sano, donde conocés gente y te hacés amigos", explicó.
Su hermano Sebastián fue quien la motivó a probar con el boxeo y le recomendó el gimnasio Brito Box. "Me había dicho que mujeres no había y era como que raro que una mujer se vea en el gimnasio. Y bueno, me mandé, y arrancamos", sostuvo. Desde entonces, entrena a diario y desea ver más mujeres en el ring: "Me encantaría que esté lleno de mujeres subiéndose al ring y tener más compañeras".
La “banca” de la familia
Nacida en San Francisco, pero criada en Frontera, hoy vive en barrio Independencia. La decisión de competir también implicó un cambio en su rutina y el apoyo familiar fue clave. "El apoyo de la familia siempre lo tuve y es importante", dijo. Aunque su mamá, Silvana, fue exigente: “Entrenate, entrenate, entrenate”, le decía, recordando una derrota de su hermano por no prepararse bien.
Sobre los combates, Ruth confesó: "Soy bastante miedosa a la hora de subirme al ring". Sin embargo, asume con compromiso su decisión: "Es algo que elegí, me gusta y hay que salir a hacerle frente a la rival". El entrenamiento físico y emocional es su sostén: "Sé que también me tengo que poner fuerte de la cabeza. El apoyo de los compañeros también ayuda mucho".
Acostumbrada a entrenar con varones, valora los guanteos como parte de su formación: "Ya estoy acostumbrada a hacer sparring con varones, ellos me enseñan. Aunque a veces cuando se pone más estricto el guanteo, ahí recibo unas lindas manos", confesó entre risas. Y señaló una diferencia con las peleas femeninas: "Las mujeres por ahí dejamos la técnica de lado y somos más de ir al frente".
Su rutina incluye entrenamientos de una hora y media todos los días y salidas a correr los fines de semana. Pelea en la categoría de hasta 54 kilos y asegura que el esfuerzo es constante: "Sé que tengo que tener mucha disciplina para poder llegar a lograr cosas".
La “profe” de los “peques”
Además de entrenar, Ruth también da clases a niños y niñas de entre 5 y 12 años. "Es hermoso, es mostrarles lo que uno hace de a poquito, de otra forma, porque son pequeños y se los explica con juegos y ejercicios. Pero ellos ya llegan y se quieren subir al ring, es como que ya están súper preparados", aseguró. El año pasado hizo el curso y se recibió de técnica en boxeo.
Pero fuera del ring, su rutina es más intensa: "La vida fuera del ring es un poco más estresante", dijo entre risas. Ruth es mamá de Bastián, de dos años. “Cuando estoy en el gimnasio o entreno, queda con mi mamá. A veces se complica y lo traigo a entrenar también”, contó sonriendo.
La mirada del entrenador
Federico Brito, su entrenador en Brito Box, destacó: “Ruth entrena con constancia y es muy dedicada. Es un ejemplo para sus compañeros y compañeras. A pesar de ser mamá, siempre se hace el tiempo para entrenar, competir y enseñar. Tiene un futuro enorme si sigue así”.
Además remarcó: “Es una luchadora muy técnica y tiene la mano pesada, sus golpes son fuertes, lo que tiene que trabajar es la cabeza, como decimos nosotros, y eso se logra con entrenamiento”.