El seleccionado argentino de futsal perdió hoy la final del Mundial de Lituania ante Portugal por 2-1 y no pudo revalidar el título obtenido hace cinco años en Colombia. En una final dramática, Argentina tuvo el empate en el último segundo, cuando Basile estrelló un tiro en el palo.

Había comenzado muy bien Argentina, atento y sólido en defensa y rápido y voraz en ataque. En los primeros diez minutos había elaborado dos chances muy claras: un remate de Constantino Vaporaki controlada por el arquero Bebé y un disparo de Santiago Basile que pegó en el poste.

Pero la irresponsable actitud de Cristian Borruto, aplicando un golpe de puño en la zona baja del estómago a Ricardinho, mientras disputaban una pelota sobre un lateral, le significó la expulsión. Después de revisar la acción en el VIR -el equivalente al VAR, en el futsal-, el árbitro le mostró la tarjeta roja al ex jugador de Independiente.

Cuando faltaban segundos para finalizar los dos minutos siguientes, tiempo que Argentina debió jugar en inferioridad numérica, Portugal abrió el resultado, con un potente derechazo bajo y cruzado de Pany, a los 15 minutos. Poco antes un tiro de Ricardinho había pegado en el palo.

Sintió el doble impacto Argentina y la pasó mal, hasta que logró reafirmarse en los instantes finales del primer tiempo y en el inicio del segundo.

Sin embargo, Portugal fue más peligroso. Erick le picó la pelota a Nicolás Sarmiento y su remate pegó en el travesaño. Otro gol de Pany, a los 7 minutos, estiró la ventaja de Portugal.

Nada tardó Argentina en reaccionar: empató a los 8, con un golazo de Ángel Claudino, controlando, buscando el espacio y sacando un derechazo soberbio.

Con un corazón enorme y mucha decisión, Argentina fue por el empate. Tuvo situaciones, entre ellas una de Matías Edelstein, abajo del arco y con el arquero Bebé en el piso que salió desviada. Y hasta la última del partido: un disparo de Santiago Basile que pegó en el palo.