Luego de 27 años en el arbitraje Osvaldo Albarracín (48) se retiró de la actividad. Un poco por cansancio, otro poco por diferencias generacionales, pero como él lo describe "contento por la carrera realizada".

Albarracín fue un referente junto a Enrique Saavedra, quién todavía le insiste para que siga un par de años más. Pero él ya lo tiene decidido, ya hizo el duelo e incluso contó que no sufrió el alejamiento, aunque reconoce que los fines de semana de cancha se van a extrañar.

"La verdad es que ya no me sentía cómodo con los árbitros más jóvenes y decidí retirarme, ya que no iba a hacer más de lo que hice, para qué voy a estar mal en un lugar donde no estoy cómodo", apuntó el colegiado.

"Se va a extrañar mucho, le digo siempre a mi señora, porque me gusta dirigir y tenía 2 años más para seguir, pero ya está decidido",indicó. 

"Estoy contento con la carrera que hice, con los viejos árbitros que conocí porque me enseñaron todo lo que se. También contento con algunos dirigentes de Liga Regional, por el respeto que tenían ellos para conmigo y yo para con ellos", comentó.

Desgaste y una distancia generacional

El árbitro sanfrancisqueño es muy crítico con las nuevas generaciones, su carrera y sus inicios fueron muy diferentes en cuanto al trato con los más experimentados. "En gran parte de la vida la juventud quiere pasar por encima a la gente veterana y no respetan, las cosas cambiaron mucho en ese sentido. No sé si es en todos los rubros igual, pero en el arbitraje eso cambió mucho", sentenció.

Albarracín conducía, junto a Saavedra, la Asociación Civil de Árbitros de San Francisco (ACAF). "Cuando yo empecé jamás se me hubiera ocurrido faltarle el respeto a un árbitro mayor que yo, había otros códigos. Últimamente teníamos que poner multas porque los más jóvenes no iban a entrenar y el grupo se estaba rompiendo. Eso a muchos no les gustó", señaló.

"Los viernes hacíamos la designación y los sábados teníamos que ir a la mañana a controlar y ver si iban todos, cuando antes eso no pasaba. Nosotros no veíamos la hora que llegue el sábado para dirigir", dijo Albarracín.

"Yo empecé con el "gato" (Saavedra) y siempre tuvimos otra mentalidad: entrenar, prepararse físicamente y teóricamente con el instructor, saber el reglamento. Yo me lo se 'de pe a pa' y eso no te hace mejor ni peor arbitro, pero tenés que saberlo", explicó.

En ese marco, sostuvo que las relaciones eran complicadas y que en su vocación de enseñar y acompañar a los más jóvenes no encontró predisposición. "Últimamente no le podías decir nada a los chicos: 'te equivocaste, tenés que mejorar acá', uno lo hace porque los quiere ayudar y quiere que les vaya bien, pero encontrás mucha soberbia. Vos no podés tratar mal a un jugador, hay muchos códigos que hoy en día se perdieron. Al jugador lo tenés que respetar, no podés cancherear el partido o cancherear al jugador porque la gente se da cuenta, el dirigente del club se da cuenta y son ellos los que hacen el esfuerzo para pagar el arancel, hacés quedar mal a la Asociación", apuntó.

"Todo eso me desgastó, el "gato" no quiere que me vaya, pero ya no me sentía cómodo con los compañeros", sostuvo.

Albarracín dio el pitazo final: "Estoy contento con la carrera que hice"
Albarracín le dijo adiós al arbitraje tras 27 años de carrera.

Maestros

Para Albarracín sus maestros fueron varios y recuerda como si fuera hoy los comienzos en el Teatrillo Municipal, donde se dictaban las clases. "Mi gran maestro fue Robledo, el mejor de San Francisco, y el que más me enseñó en el arbitraje fue el instructor nacional Alberto "Pato" Vázquez", comentó

"Después tuve varios importantes en Buenos Aires como Juan Bava, Juan Carlos Lousteau, pero el mejor de todos fue Carlos Coradina", dijo Albarracín.

Los últimos pitazos

El último encuentro que dirigió Albarracín fue en los primeros días de enero, en la Liga Independiente. Allí 9 de Julio de Freyre venció a Graduados en Ciencias Económicas a penales y se alzó con el título absoluto."El último en la Liga Regional fue Sportivo Belgrano vs. San Jorge de Brinkmann en las semifinales del torneo. Las últimas 6 finales de la Liga Regional, las dirigí yo", destacó.

"No lo sufrí. Ya sabía que era una etapa terminada. Lo que sí sufrí es tener que retirarme por esos motivos. Yo tampoco estoy de acuerdo con la gestión de Víctor Aimar en Liga Regional, igual que varios clubes, pero eso no lo puedo cambiar, decidí irme para no seguir discutiendo también", explicó.

Por otro lado, Osvaldo también se mostró dolido por no haber sido reconocido en la Liga. "Me hubiese gustado retirarme de otra forma, que reconozcan los 27 años que representé a la Liga porque dirigí mucho en Argentino B, Argentino A, B Nacional, finales de Liga donde siempre nos pidieron por la seriedad que representamos. Gracias a la Liga pude hacer el curso nacional y tener contrato en AFA, yo lo agradezco mucho a eso y a lo mejor muchos no lo saben. Y espero que esta juventud pueda dejar bien alto al arbitraje de San Francisco, como lo dejamos nosotros", apuntó.

El debut en Primera

Fue cuando Osvaldo tenía 19 años y en un verdadero 'clásico' de la ciudad. Fue todo un desafío porque tuvo que mostrar su temperamento y firmeza. "El primer partido fue La Milka-La Florida. Tuve que expulsar al "Gara" Vivas y al "Cabezón" Sosa, dos referentes e ídolos. Se pelearon entre ellos y los expulsé a los dos, me acuerdo como si fuera hoy", indicó.

La B Nacional y un ascenso sorpresa

El debut en la B Nacional para Albarracín fue un jueves 22 de septiembre en Mendoza. En aquellos tiempos la señal de TyC Sports televisaba siempre un encuentro que adelantaba la fecha de la segunda categoría del fútbol argentino. Tuvo un debut muy particular, donde cuenta que pasó desapercibido.

"Jugaba San Martín de Mendoza con Unión, ganó Unión 2 a 1. Recuerdo que la semana anterior se había jugado el clásico entre San Martín y Godoy Cruz donde un Policía le disparó a un jugador de San Martín, entonces para ese partido la Policía no tenía armas, solo bastones, y la gente es como que se olvidó de los árbitros y los insultos, gritos eran todos contra la policía", recordó.

"Después estuve en muchos televisados, Aldosivi-Unión, Unión-Juventud Antoniana, Atlético Rafaela-Tigre, em acuerdo que jugaba Lázaro y el DT de Tigre era Caruso Lombardi, el de Rafaela era Trullet. Fueron momentos hermosos, de otro nivel", mencionó.

"Dirigí en Misiones a Crucero del Norte, a Guaraní Antonio Franco, a Patronato, a San Martín y Atlético Tucumán", rememoró.

El árbitro sanfrancisqueño recorrió el país con el arbitraje pero hubo una final que lo sorprendió. "Hice de cuarto cuando jugaron San Martín de Tucumán y Villa Mitre en el Argentino A, ahí ascendió Villa Mitre. Fue la primera vez que ví 30 mil personas llorando, San Martín tenía la fiesta preparada para ascender. Me acuerdo que una hora después la gente no quería salir del estadio, no se iban, no lo podían creer. He visto muchas cosas que no tenía pensado vivirlas", indicó.

¿Por qué ser árbitro?

Sus inicios en la profesión fueron por una necesidad económica, sin embargo se enamoró rápidamente del arbitraje. "Yo me casé muy joven, trabajaba en el Molino Boero y no me alcanzaba para pagar el alquiler, entonces mi papá me dijo que vaya a trabajar de mozo o de árbitro. Fui de árbitro y empecé con juveniles. Me gustó tanto que en un año llegué a Primera", contó.

"Fue por necesidad, pero me gustó mucho y ya no quise dejar más", sostuvo.

"Durante todo este tiempo lo di todo, ya es tiempo de dedicarle tiempo a mi familia y disfrutar cosas que no pude disfrutar antes", destacó Albarracín.

Albarracín dio el pitazo final: "Estoy contento con la carrera que hice"
Albarracín en un encuentro de Liga Regional entre Antártida y El Arañado. (Foto: DiarioSports)

Los cambios en el fútbol

Albarracín no cambiaría demasiado al fútbol actual, pero sí destacó que hay cuestiones que pueden mejorarse. "Las manos, la interpretación... Creo que la International Football Association Board debería modificarlo por el bien del fútbol, si es mano se cobra mano y ahí el jugador va a estar predispuesto, si se deja a criterio del árbitro es lógico que todos van a tener criterios distintos y nunca se van a poner de acuerdo", sentenció.

"Con el resto creo que está bien, las nuevas reglas siempre se hacen para que el fútbol sea más dinámico", sostuvo.

Un mensaje...

Por último, Albarracín dejó un mensaje para las nuevas generaciones: "Yo les diría que si les gusta el arbitraje se acerquen a la Escuela porque es una linda profesión, pero hay que tomarlo con seriedad. La mayoría va por una necesidad, pero no podés pensar en eso solamente porque te perdés de las cosas lindas que tiene el arbitraje, el arancel llega solo trabajando con seriedad y honestidad", reflexionó.

"No todos tienen las mismas condiciones y capacidades, hay que estudiar y prepararse. Yo espero que los jóvenes puedan cambiar sus formas personales de trabajar, no ser soberbios y entrenar con ganas. No soy envidioso, quiero que a los jóvenes les vaya bien", concluyó.