Huerteros experimentados y aficionados que recién comienzan están de parabienes en estas épocas donde los días se empiezan a volver más cálidos, debido a que el aumento de las horas con luz solar activa es una fuente de energía indispensable para el crecimiento de las hortalizas de primavera-verano.

Técnicos del INTA sostienen que el comienzo de la siembra se estima para cuando ya no haya riesgos de heladas: por lo que septiembre y octubre son ideales para trabajar la tierra.

Tal es así que la última semana el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) San Francisco (Av. Cervantes 3329) comenzó con la entrega, de 8 a 12, de los kits de semillas para la temporada primavera-verano del programa Pro Huerta.

Graciela Gasparetti, de INTA San Francisco y a cargo del programa, recordó cómo están conformados los kits: achicoria, lechuga, acelga, rúcula, zapallito, pimiento, berenjena, tomate, perejil y albahaca. Y a su vez, flores para el control ecológico de plagas.

Entre los cuidados que debe recibir la huerta, Gasparetti dijo que se debe procurar encontrar un lugar en donde lleguen los rayos solares y haya agua potable a disposición y “fundamentalmente tener ganas de llevarla adelante”.

Algunos consejos

- Las especies que requieren trasplante como tomate, pimiento y berenjena conviene llevarlas a la huerta recién a partir de octubre cuando se haya ido el frío. En el caso del tomate es importante agregar bastante abono al suelo para favorecer la fertilidad.

- Las hortalizas de época necesitan calor y más de 8 horas de sol para un crecimiento saludable. La demanda de intensidad depende del tipo de hortalizas: las de fruto son las más exigentes y se ubican en la zona más soleada de la huerta, mientras que las de raíz se adaptan a un sector intermedio.

- Con respecto a las de hoja, requieren menos luz y permiten aprovechar los lugares de sombra. No obstante, se deben mover las plantas cuando se vuelven pálidas y tienen entrenudos largos, ya que la intensidad de luz es insuficiente.

- Es importante el estado nutricional del suelo para tener éxito en el cultivo y la incorporación del compost –antes de la siembra– como estrategia fundamental para restituir y mantener la fertilidad del suelo.

- Una estrategia para que las plantas crezcan rápido es colocar las semillas en un tazón con agua durante dos días. Esta técnica agiliza el proceso de germinación y permite que los cultivos cubran con mayor uniformidad la superficie.

- Se sugiere proteger el suelo con coberturas de alrededor de 2 cm compuesta por restos orgánicos como paja, hojas, pinocha, cáscara de arroz, pasto seco, yerba, etc. Esto disminuye la velocidad de impacto de la gota de lluvia, evita la erosión, favorece la penetración de agua en el suelo y mejora la economía de humedad en la planta.