Transcurridos ya 42 días de cuarentena y con más de tres semanas sin nuevos casos en San Francisco, parece haber consenso entre autoridades y especialistas en que el coronavirus llegó para quedarse y que habrá que aprender a convivir durante bastante tiempo con normas de distanciamiento social impensadas hace apenas un mes atrás. El cumpleaños familiar, el asado con amigos y los eventos masivos parece que son cosas que vamos a extrañar un tiempo aún incierto pero que podría ser bastante largo.

Ahora bien, ¿cuánto tiempo más habrá que seguir de esta forma en San Francisco? Por el momento tampoco se sabe. Pero si bien las autoridades del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) central no autorizaron esta semana nuevas actividades en la ciudad también saben que las restricciones en la actividad laboral de tantas familias no se podrán sostener mucho tiempo más.

Desde el COE regional, Valentín Vicente, director del Hospital Iturraspe, subrayó que no puede elegirse entre salud y economía, sino que estos dos aspectos tienen que ir juntos y en un punto de equilibrio. “Ya lo dijo el Presidente, no se puede vivir en una cuarentena eterna. Hay que empezar de a poquito a abrir y esa es la idea que tenemos con el intendente y el COE, de flexibilizar en la medida que se pueda siempre que la situación epidemiológica lo permita”, explicó a El Periódico.

“Estamos en una situación inmejorable en el sentido de que prácticamente no hemos tenido casos en la ciudad, los que tuvimos han sido de personas que han venido del exterior y han contraído la enfermedad en otro país. No hemos tenido ningún contagio en la ciudad y no tenemos circulación viral”, describió Vicente.

Los 11 casos que hubo hasta el momento en el departamento San Justo tuvieron evolución favorable. Menos de la mitad necesitaron internación de un par de días y luego siguieron con cuidados en sus hogares. Solo uno de los pacientes, de 74 años, requirió oxígeno en terapia intensiva, pero no respirador artificial.

¿Es un escenario más favorable de lo que habían imaginado?

Sí, la verdad es que a esta altura ya esperábamos tener mayor cantidad de casos e incluso algún paciente fallecido. Afortunadamente no lo hemos tenido. Tratamos de que la población se cuide, es muy importante el distanciamiento físico, el uso de los elementos de protección, el lavado de manos, ventilar los hogares y la desinfección de los artículos que ingresamos a casa. Y también que se eviten las salidas de personas mayores.

¿Qué es lo que se puede esperar?

La situación es dinámica, sabemos que a nivel provincial como nacional se espera la posibilidad de un aumento de casos. Es una situación ambivalente, uno no quisiera tener ningún caso pero tampoco sería malo que los tuviéramos en un número controlado en la ciudad y la región. Es una enfermedad que la estamos recién conociendo y lo que señalan los especialistas en todo el mundo es que vino para quedarse. Es bueno que haya gente que se contagie y desarrolle la enfermedad de la forma más leve posible, así van haciendo una resistencia y tendremos pacientes que han cursado la enfermedad y se han recuperado. Porque si no, siempre vamos a tener que estar encerrados y viviendo en cuarentena para evitar el ingreso del virus. Lo que se quiere con estas medidas que se han tomado es que no se desborde  el sistema sanitario.

¿Es decir que si aparecen casos en la ciudad tampoco hay que alarmarse?

No, no hay que tener histeria cuando empiecen a presentarse los casos. Tampoco rechazo, porque esto le puede pasar a cualquiera. Ya lo dijo el Presidente, no se puede vivir en una cuarentena eterna. Hay que empezar de a poquito a abrir y esa es la idea que tenemos con el intendente y el COE, de flexibilizar en la medida que se pueda siempre que la situación epidemiológica lo permita.

Si no hay casos como ocurre en otras ciudades más grandes, ¿cuál es el riesgo a nivel local?

El riesgo siempre está, tiene una gran tasa de contagio y es una enfermedad que recién estamos descubriendo. Puede ser un viajante que ingresa desde Córdoba o uno de San Francisco que haya viajado, y con tocar un objeto que esté contaminado puede ser suficiente si no tiene precauciones. Con el inicio de los síntomas, se pone esa persona en cuarentena y se estudian todos sus contactos en los últimos días. Todas esas personas quedan en cuarentena para minimizar que haya un brote. En la provincia de Córdoba eso es para destacar, porque se han frenado los brotes de contagio. Por ejemplo, con los contactos del doctor Elkin se hizo un trabajo pormenorizado muy importante.

Al principio había que entender que era importante quedarse en casa, evitar los contactos y lavarse bien las manos. ¿Cuál es el mensaje hoy a la población?

Creo que este tiempo ha sido fundamental para que el sistema de salud se refuerce, aumentar la cantidad de camas críticas en la provincia y que el personal del sistema sanitario tenga los elementos de protección. También fue fundamental para que la gente conozca la enfermedad y aprenda cómo cuidarse. Lo más importante es comenzar con un cambio de hábito en la forma en que nos relacionamos. El contacto muy común en nuestra sociedad como el beso, el abrazo o el darse la mano, eso va a quedar desterrado por mucho tiempo. Los adultos mayores o aquellos con enfermedades crónicas, van a tener que estar con medidas de cuidado muy importantes. Pero este tiempo fue muy necesario con este nivel de restricciones. Recordemos que en Italia desde el paciente cero hasta tener el sistema colapsado en el norte pasaron 30 días. Nosotros tenemos casi 60 días del primer caso y no llegamos a los cinco mil contagios. La efectividad de la cuarentena no se puede discutir.