Con tantos cambios y tanta información diaria, parece muy lejano aquel 20 de marzo en que se iniciaba el aislamiento obligatorio y en el que algunos hasta hacían chistes sobre una mal llamada cuarentena en principio de solo 11 días, pero el día 40 se acerca (van 35) y lo que es seguro es que el aislamiento va a seguir. En principio, la nueva fecha sería el 10 de mayo, es decir, dos semanas más.

Son muchas las actividades sobre las que están puestas los ojos para ver si se retomarán con limitaciones en la semana próxima y se esperan definiciones este viernes. Peluquería, construcción privada (ya se permite en algunas provincias), hotelería, entre muchos otros rubros que están a la expectativa. También hay interés acerca de si permitirán algunas actividades físicas individuales y que los chicos puedan tener ejercicios o paseos. Y lo mismo con varias profesiones.

Sin embargo, desde el Gobierno nacional ya anticiparon que las flexibilizaciones no serán las mismas en cada provincia, por lo que habrá que estar muy atentos a qué actividades quedarán permitidas en Córdoba, cuya política referida a la pandemia se encuentra totalmente alineada con las decisiones del presidente Alberto Fernández.

Así, uno de los escenarios en los próximos días pasará por una cuarentena diferenciada según la provincia o ciudad, en la cual los gobernadores deberán consensuar sus medidas con el Gobierno central. Lo que se permita en una provincia, quizás no pueda hacerse en otra. Y quizás lo que esté autorizado en una ciudad no pueda hacerse en otra con mayor cantidad de habitantes dentro de la misma provincia.

La justificación es que la situación en cuanto a la expansión del virus no es la misma en toda la Argentina, con provincias que no reportan casos desde hace varios días. Para el Gobierno nacional el principal problema está en el conurbano bonaerense y los grandes centros urbanos, como las ciudades de Buenos Aires, Mendoza, Rosario y Córdoba. En esos lugares no se esperan demasiadas modificaciones.

La amenaza sigue

Los problemas también son conocidos: los resultados del aislamiento se mostraron muy positivos hasta el momento en cuanto a la propagación del coronavirus, pero al mismo tiempo también se dificulta la situación económica general y de muchísimas familias. Se sabe que en una pandemia no hay soluciones mágicas y que, sin prevención y contención, el virus hace estragos en muy poco tiempo. Para muestra, hay que mirar hacia Estados Unidos, ya con más de 50 mil personas fallecidas, y Europa, con varios países que ya superaron las 20 mil víctimas fatales.

Con todas estas cuestiones en la mesa, se esperan definiciones del Gobierno en breve. Lo que parece cantado es que si bien se pueden permitir algunas actividades más, para volver a la forma de vida de antes de la cuarentena todavía habrá que esperar un buen tiempo. Las nuevas flexibilizaciones serán para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa, y poco más que eso. Para el asado con amigos o la familia, para la salida al bar o a tomar un café, para festejar el cumpleaños en un salón para cualquier otro evento, todo indica que habrá que seguir esperando y cumpliendo con las medidas del aislamiento.