Ya pasaron 15 días y todavía quedan algunos más de este aislamiento social, preventivo y obligatorio nacido para evitar que el coronavirus se propague en el país. ¿Será hasta que pase Semana Santa? Es poco probable, aunque pueden modificarse las formas.

Los especialistas de consulta del Gobierno nacional, entre ellos Pedro Cahn, director científico de la Fundación Huésped, ya avisaron que la cuarentena no se terminaría cuando finalice Semana Santa, sino que podría haber una segunda fase. Además, aseguran que “por ahora” no se va a volver la vida que teníamos. Llegar a la normalidad, entonces, será paulatino.

El médico infectólogo Rodolfo Buffa, jefe de Terapia Intensiva del Hospital Iturraspe, reiteró la importancia de cumplir con la cuarentena y explicó que la misma debió prolongarse para que la propagación del virus pueda darse de manera más lenta o controlada en lugar de que los casos se desborden y los enfermos no puedan ser atendidos en el sistema de salud.

En diálogo con El Periódico, Buffa recordó que se espera una “segunda ola” de casos mayor a la actual y que, según los cálculos, podría darse en la segunda quincena de abril o en mayo. Sobre los actuales respecto a la capacidad del sistema de salud, aclaró que deben tomarse con “cautela” debido a cierta dificultad para hacer los diagnósticos por la cantidad de reactivos: “Es un número de casos lo suficientemente prudente como para que el sistema de salud se termine de reorganizar. Pero esto no da ninguna garantía de que no vayamos a tener mucha cantidad”, arriesgó.

El jefe de la UTI indicó que cuando se abra la cuarentena se supone que van a empezar a aparecer más casos de enfermos: “Nos vamos a mezclar aquellos que ya tienen una cierta inmunidad, que son los que vinieron del exterior, con aquellos que no tenemos, que son los que nos quedamos en el país. Entonces esta prolongación tiene que ver con esto, hacer que aquellos que tienen la carga viral se vayan haciendo inmunes y que la transmisión hacia el resto sea menor”.

Preparar la cabeza

El médico psiquiatra Carlos Falconi (MP:16710), ex jefe del servicio de Salud Mental del Iturraspe, indicó que el aislamiento decretado nos ubicó frente a lo inesperado, planteando una “ruptura” con lo cotidiano, las salidas, los encuentros y el trabajo: “Así de repente nos encontramos en casa con un bombardeo de noticias de un peligro, allá en el afuera y adentro puertas adentro, con lo incierto y la incertidumbre”, definió.

Falconi nota que en la mayoría de la población local corrió más rápido el temor que el virus al referirse al acatamiento de la norma. Sin embargo, observó la conducta de los que todavía se niegan a cumplir: “En esos casos existe indolencia de parte de aquellos que dicen ‘no pasa nada’, entrando en lo que se conoce como negación”.

El psiquiatra remarcó el sentimiento de “ansiedad, inquietud y nerviosismo” ante el escenario actual y la incertidumbre sobre lo que vendrá, lo que se agudiza con el correr de los días. Por eso llamó a mantenerse activos para sobrellevarlo: “Lo más importante es el poder mantenerse activos, no considerar la súplica de quedarse en casa como algo que viene impuesto, y por ende nos torna pasivos. Sino como algo que debemos seguir para nuestro bienestar y el de los otros. Seguir activos es plantearnos una rutina a ser cumplida, no una que solo contemple ver televisión. Debemos procurar aprender en estos días algo nuevo, en modificar algo de esa casa en la cual elegimos responsablemente quedarnos”, aconsejó.

También, Falconi sugirió no estar pendientes de las noticias de la evolución mundial de la pandemia para “no quedar fuertemente impactados y sobrepasados de tanto escuchar, ver, y asistir al sufrimiento de otros”. 

Al mismo tiempo, pidió mantener el contacto con otras personas que hoy no pueden ver a través de llamadas, video llamadas y mensajes.

Los chicos, entre la familia y la tecnología

Para los más chicos de la casa este cambio repentino en sus vidas puede despertar también incertidumbre, inquietud y angustia. A pesar de ello, la licenciada en Psicopedagogía y profesora de Psicología (MP.144928) Rocío Mansilla muestra un aspecto positivo: “Hay muchos niños que tienen por primera vez la oportunidad de tener a su mamá, a su papá o a ambos, dentro del hogar por muchos días, lo que despierta en ellos tranquilidad y seguridad. Este tiempo juntos puede ser utilizado de una manera positiva si así nos lo proponemos; reconstruir vínculos, organizarnos como familia, repartir tareas de manera equitativa para los integrantes, reorganización de los espacios del hogar de modo tal que sean funcionales para la convivencia, entre otros”, propuso sobre lo que resta de este aislamiento.

Mansilla sugirió también que los más chicos puedan establecer rutinas, por ejemplo, un cronograma diario que ayude a los adultos a mantener cierto orden: “Despertarse, desayunar, hacer actividades escolares, ayudar a acomodar la casa o preparar la mesa, almorzar, descansar. Debemos tener en cuenta la necesidad de movimiento en la infancia que es fisiológica, por lo que no se nos debe pasar por alto incluir en estas rutinas actividades físicas y de recreación”.

Sobre el uso de la tecnología en los niños, aconsejó: “Debemos saber que el tiempo que éstos pasen o quieran pasar frente a las pantallas ha de ajustarse a las rutinas diarias y familiares, es decir, un niño ocupado con otro tipo de actividades que los atrae, los educa y los divierte no sentirá la necesidad de acudir a una pantalla. En caso de que esto no suceda, es responsabilidad de los padres controlar el tiempo que pasan en éstas y el uso que se le da a las mismas. Para los niños, se recomienda que no sea más de una hora por día”. 

La economía: “No será tan simple el día después”

 El coronavirus “es un torpedo que nos agarró en la línea de flotación y eso es muy peligroso”. Así definió la llegada de la pandemia a nuestro país el sanfrancisqueño Carlos Cravero, doctor en Ciencias Económicas, quien avizoró lo que puede venir a corto plazo tras el impacto de este "proyectil" que no solo afecta a la salud de la población, sino también a las finanzas.

“El virus llegó en un mal momento, lo que el gobierno gaste hoy lo hará a través de la emisión monetaria, lo que significa que a corto plazo se agrave la inflación. Veníamos con recesión y con inflación, algunos sectores se venían despertando, pero en general nos agarra en un momento muy malo de la economía”, analizó.

Sobre las medidas del Gobierno nacional, opinó que fueron necesarias pero no suficientes: “Se debe priorizar la salud, en eso estoy de acuerdo, pero además ir mirando qué pasa en la economía porque es un tema muy complicado”.

Sobre cómo avizora el día después tras la finalización de la cuarentena, cuando retome la producción, Cravero fue prudente: “No será tan simple. Claro que habrá empresas que están trabajando, como la del sector alimenticio, que van a poder incrementar su actividad. Los que pararon les va a costar ponerse en marcha, conseguir la materia prima; se deben postergar los vencimientos de los tres niveles, ya sea de pago o formales para que las empresas no caigan y puedan seguir pagando los sueldos. El regreso no va a ser del cero al cien sino algo que va a requerir tiempo”.