“Este torpedo nos agarró en la línea de flotación y eso es muy peligroso”. Así definió la llegada de la pandemia del coronavirus a nuestro país el sanfrancisqueño Carlos Cravero, doctor en Ciencias Económicas, quien en una entrevista con El Periódico analizó el escenario económico actual, avizorando lo que puede venir a corto plazo tras el impacto de este "proyectil" que no solo afecta a la salud de la población, sino también a las finanzas.

Además, Cravero opinó sobre las medidas del Gobierno nacional en este sentido y coincidió con la Cámara de Comercio de Exterior de San Francisco y la Región, quien pidió el aporte de los sectores con mayores ingresos de la sociedad ante los efectos negativos de la pandemia.

- ¿En qué momento económico llega el coronavirus al país?

En un mal momento. Nos agarra este torpedo en la línea de flotación y es peligroso lo que nos puede ocurrir. Hay países que están bien económicamente y reaccionaron de otra forma. Puedo poner como ejemplo lo que ocurrió en El Salvador, donde el jefe de esta república vio venir esta tormenta y lo primero que hizo fue elaborar las medidas de ayuda para que no se caiga la economía y luego disponer la cuarentena y les está yendo bien. A nosotros nos agarra en un momento malo, lo que el gobierno gaste hoy lo hará a través de la emisión monetaria, lo que significa que a corto plazo se agrave la inflación. Veníamos con recesión y con inflación, algunos sectores se venían despertando, pero en general nos agarra en un momento muy malo.

- La inflación venía en baja. ¿Por lo que dice se disparará a corto plazo?

Venía con una especie de baja pero no hay que olvidarse que estaban congeladas las tarifas, los precios de los servicios públicos, esto ayudó a que la inflación caiga, pero en el acumulado de los doce meses los porcentajes son importantes.

- ¿Cómo analiza las medidas económicas que tomó el gobierno nacional?

Mi opinión, al mediodía de este lunes porque pueden salir nuevas medidas, es que hasta ahora son necesarias, pero no suficientes. En el mundo hay distintas posiciones, sobre los dos extremos: unos privilegian la economía y otros la salud. Yo no estoy con ninguna. Sí digo que se debe priorizar la salud, en eso estoy de acuerdo, pero además ir mirando qué pasa en la economía porque es un tema muy complicado. Si seguimos así, la situación económica nos va a generar enfermos de otro tipo que van afectar todo el funcionamiento y van a requerir asistencia médica también. Hay que ser equilibrados, que los ministerios de Salud y de Economía trabajen mancomunadamente para ver qué se puede hacer. Está claro que si una empresa no produce, no factura… tiene la vida muy corta.

- ¿Qué debe corregirse?

Por ejemplo, la AFIP no se enteró que estamos con una pandemia y no hay actividad económica o es que es esta es muy limitada. No sacó hasta ahora una medida de postergación de vencimientos de pago ni de presentación de declaraciones juradas. Postergaron dos o tres cosas que no agregan nada, pero lo esencial no. Hasta la semana pasada hubo vencimientos de IVA, mañana vence el anticipo de impuesto a los bienes personales. Hay que coordinar esto y sacarle ese peso a los contribuyentes que además de la emergencia sanitaria van a tener un problema económico.

- ¿Cree que se debe a falta de comunicación?

Quiero pensar que es falta de comunicación, sino es un desconocimiento a cómo funcionan las empresas pymes. Hay necesidad de medidas que apunten a las pymes. Por eso repito, las que se tomaron son necesarias pero no suficientes por el momento.

- Este domingo la Cámara de Comercio de Exterior de San Francisco y la Región pidió el aporte de los sectores con mayores ingresos ante los efectos económicos de la pandemia. Hablan de la clase política, los jubilados de privilegio, el Poder Judicial, los grandes industriales. ¿Qué le parece?

Es muy criterioso lo que piden. Como está planteado este escenario, los empleados del sector privado no saben si van a cobrar los sueldos, en cambio el público lo va a seguir cobrando. Entonces existe una dicotomía que no se alcanza a entender. El Papa Francisco los otros días sostuvo que en ‘este barco estamos todos’ pero me parece que no es así. El pedido es coherente y es para tenerlo en cuenta.

- Con los bancos cerrados se hace difícil para las empresas y comercios realizar depósitos en efectivo, lo cual es fundamental para el pago a proveedores o empleados. ¿Deberían habilitarse las sucursales bancarias?

Sí porque hay cosas que no se pueden evitar. Además autorizan a la gente a ir a los cajeros automáticos, pero con cierta organización y planificación se puede llegar a que haya gente que atienda en los bancos. A mí me pasa cuando voy al banco, antes de esto, encontrarme con personas mayores que me conocen y me piden ayuda para extraer dinero. Entonces, no es tan así que todos conocemos el accionar y que no hace falta que nos atiendan. Hay gente que tiene dificultades y requieren de la ayuda para distintas operaciones y eso se debe analizar. Requiere un esfuerzo de parte de los responsables para ver cómo lo organizan siguiendo las medidas sanitarias.

- ¿Cómo avizora el día después tras la finalización de la cuarentena, cuando retome la producción? ¿Acá no ha pasado nada o habrá un proceso para volver a ponerse en marcha?

No será tan simple. No es que llueve y te quedás en casa y cuando para salís. Claro que habrá empresas que están trabajando, como la del sector alimenticio, que van a poder incrementar su actividad. Los que la pararon, si bien alguna podrá empezar de inmediato, les va a costar ponerse en marcha, conseguir la materia prima; se deben postergar los vencimientos de los tres niveles, ya sea de pago o formales para que las empresas no caigan y puedan seguir pagando los sueldos. El regreso no va a ser del cero al cien sino algo que va a requerir tiempo.