La Municipalidad de San Francisco continúa con las fumigaciones para prevenir el dengue y, en ese sentido, también brindó una serie de consejos para prevenir y combatir dicha enfermedad así como también el zika y el chikungunya.

La fumigación se lleva a cabo desde el Departamento de Control de Medio Ambiente, dependiente de la Secretaría de Salud municipal, en barrios y espacios verdes de la ciudad. El lunes 23 y martes 24 de marzo se fumigó en los barrios ubicados al sur de la ciudad, mientras que ayer miércoles y hoy jueves en el sector norte, por lo que recomendaron a los vecinos que al ver pasar a los vehículos fumigadores no abran las puertas y ventanas de sus casas. 

Vale recordar que la reproducción del mosquito Aedes Aegypti, transmisor de la enfermedad, tiene hábitos domiciliarios. La hembra del Aedes Aegypti deposita los huevos en lugares tranquilos y donde hay agua limpia. No lo hace en charcos de agua sucia, motivo por el cual es necesaria la limpieza en los hogares.

Los síntomas de dengue, zika y chikungunya son similares. El dengue se manifiesta con fiebre alta que puede llegar a 40 grados, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, malestar general, vómitos, parches de sangre bajo la piel cuando es hemorrágico, disminución del apetito, dolores alrededor de los ojos y detrás de los globos oculares, sensación de cansancio y sudoración. Los síntomas aparecen de cinco a ocho días después de la picadura y duran hasta siete días. 

El zika, por su parte, se manifiesta con dolor de cabeza, fiebre, dolores musculares y articulares, malestar general, vómitos, erupción en la piel con puntos rojos y blancos, falta de apetito, dolores en la parte posterior de los ojos, diarrea, dolor abdominal y conjuntivitis no purulenta. Los síntomas se presentan luego de tres a 12 días de la picadura y duran de cuatro a siete días.

El chikungunya, en tanto, tiene síntomas como la fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares, fuertes dolores articulares, malestar general, náuseas, manchas rojas o puntos purpura en la piel que se acompañan de picor, inflamación de las articulaciones, artritis y sensación de cansancio.  Aparecen de tres a siete días después de la picadura y duran de cuatro a siete días, aunque los dolores articulares pueden extenderse por meses y años.

Prevención

Para evitar la proliferación de este mosquito es necesario eliminar los criaderos, por lo que se recomienda tomar las siguientes medidas:

Recipientes. Mantener bien tapados todos los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico.

Huecos. Rellenar los huecos en árboles, tapias y paredes con cemento.

Charcos. Eliminar el agua estancada de recipientes, charcos, blocs de construcción y otros objetos.

Tanques. Tapar muy bien los tanques de agua y cisternas para que no entre el mosquito.

Floreros. Sustituir con tierra o arena el agua de los floreros y macetas del hogar, lugares de trabajo, centros de estudio y en cementos.

Llantas. Hacer perforaciones en las llantas de los parques infantiles para que no se acumule agua.

Basura. Enterrar todo tipo de basura: cáscaras, recipientes, llantas u otros objetos que puedan almacenar agua.

Letrinas. Rellenar con tierra tanques sépticos en desuso, desagües en desuso, y letrinas abandonadas.

Piletas de natación. En el caso de piletas fijas de plástico o de material que mantienen el agua, esta debe estar en condiciones para su uso y se debe tratar con productos larvicidas que ejercen un control biológico sobre las larvas de los mosquitos.

De plástico. En el caso de piletas temporarias de plástico o lona se recomienda desagotarlas y limpiarlas, cepillando bien los bordes para desprender posibles huevos de mosquitos y luego guardarlas en lugares cubiertos para evitar la acumulación de agua de lluvia.

Uso de repelente. Sus productos actúan contra los mosquitos portadores de los virus del dengue, el zika y chikungunya. Aplicar cada 3 o 4 horas ya sea en aerosol, crema o líquido (no recomiendan el uso de repelentes en bebés menores de dos meses de edad).

Mosquiteros. Colocar telas mosquiteras en las aberturas de las viviendas, proteger la cuna o cochecito del bebé con tela tipo tul y utilizar espirales, pastillas o líquidos repelentes en los hogares.

Consulta temprana. Consultar a algún centro asistencial de salud para evacuar dudas o si presenta algún tipo de síntoma.