“Puede que sea dengue”, les dijeron a Ramón Lencina (64) y Rosa Martínez (60) en el hospital Iturraspe. “Cómo mi… puede ser”, pensó el primero en voz alta no pudiendo salir de su asombro. Sí, esa enfermedad de la que se habla en la televisión, la radio y los diarios y que para muchos resultaba lejana la tenía no solo él sino que también su esposa.

“Viajaron a la zona de Miramar, Marull o Balnearia”, siguió el cuestionario médico. “Ni a la vereda estuvimos saliendo estos días”, respondió Ramón.

La pareja de barrio Hospital empezó con diversos síntomas hace poco más de dos semanas, aunque los dos casos se conocieron esta semana mientras llevan adelante el tratamiento ambulatorio.

La primera en caer fue Rosa. Fue el jueves 20 de febrero, cuando debió volverse de la casa donde realiza tareas domésticas. Asegura que sintió un dolor aniquilante en todo el cuerpo, aunque peor en las piernas: “Me levanté bien esa mañana y fui a trabajar. A mitad mañana me empezó a doler las piernas, me tuve que ir porque no podía estar más parada. Me vine a casa y tomé un antinflamatorio y a la tarde fui a trabajar y fue lo mismo. Con el correr de las horas el dolor era más fuerte”, narró a El Periódico.

Decaimiento, un dolor al que definió como “insoportable”, falta de apetito pero nada de fiebre fueron sus síntomas: “Pedía llorando que me llevaran al hospital porque no aguantaba más. Era como pinchazos dentro del cuerpo, en todas partes”, resumió.

En el caso de Ramón, el mosquito fue más benigno. No tuvo fiebre ni dolores fuertes, aunque reconoció que quedó planchado: “No me podía levantar de la cama, decaído totalmente estaba, agobiado. Como si fuera una gripe de las fuertes”, ejemplificó. En su caso se suma un problema de artrosis en la rodilla que lo tiene a maltraer desde hace dos años y medio. El combo fue completo.

Para los médicos ambos casos estuvieron entre los más manejables. No hubo sangrados ni deshidratación, las dos situaciones que suelen conducir a una internación, por eso llevaron adelante un tratamiento ambulatorio, con chequeos diarios durante unos ocho días y analgésicos para calmar el dolor. El próximo martes recibirán el alta definitiva.

Cuidados

La pareja debe tener los mismos cuidados de aquellos que no fueron infectados, sobre todo evitar picaduras de mosquitos mediante el uso de repelente para no generar a través del insecto nuevos casos.

Asimismo, la Municipalidad fue a su vivienda a realizar fumigaciones tanto en su patio como en el sector perimetral: “Vinieron a revisar y no encontraron nada, ni siquiera volando”, aseguró Lencina alias “Cascote”, pintor de obra y conocido en el ambiente del folclore por sus tributos a Horacio Guaraní.

Según Rosa quedó traumada por la situación: “Parece que a cada rato me están picando los mosquitos”, señaló y agregó que en casa llevan adelante todos los cuidados: “Nos ponemos repelente, a la noche la pastilla, tenemos un recipiente de agua en el patio para el perro que cambiamos todos los días”.

Por otra parte, hay quienes bajo la forma de cierto humor le preguntan a Ramón si lo pueden tocar al saludarlo por el temor al contagio del virus: “Me hacen una broma por ahí los conocidos cuando me saludan o lo hacen de lejos. Pero después nos ponemos a hablar en serio y los aconsejo como amigo. Les digo que ‘no jodan, que si se sienten raros acudan al médico y no se mediquen solos’. Esto le puede atacar a cualquier persona y si pasa no hay que desesperarse para no hacer macanas”, expresó.

Ejes centrales para prevenir

- Evitar picaduras.

- Eliminar potenciales criaderos en las viviendas.

- Tomar precauciones en caso de viajar a zonas o lugares donde estas enfermedades circulan activamente.

- Consultar sin demoras ante fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y de articulaciones y/o erupciones en la piel. La consulta temprana, no solo permite acceder a un diagnóstico y tratamiento, sino que permite al sistema de vigilancia emprender las acciones de control de manera oportuna.