“Lamentablemente en un negocio como este no podés trabajar a puerta cerrada y menos a esa hora de la mañana. Tenés que bajar la cabeza y rogar a Dios que no pase a mayores”, sostuvo Néstor Fissore, propietario de las carnicerías “Súper Carnes Néstor” luego del asalto que tuvo como blanco una de sus sucursales en barrio La Milka.

Esta mañana alrededor de las 10.30, dos delincuentes, uno de ellos armado, asaltaron la carnicería ubicada en 9 de septiembre y Liniers y escaparon con un botín de 10.000 pesos en efectivo.

“No hubo violencia porque el empleado no se resistió, estaban encapuchados y se ve que estaba esperando a que no haya clientes en ese momento. Entraron, el que estaba armado se quedó delante del mostrador y el otro pasó y obligó al empleado a abrir la caja registradora, no le dieron muchas opciones”, refirió Fissore.

Se trata del primer asalto del año en dicha sucursal aunque según el propietario ya sufrió varios robos en los últimos tiempos.  

“Ya los empleados saben que no tienen que resistirse cuando hay un arma de por medio. Hace un tiempo se veía a los policías caminando pero últimamente ahora ya ni se los ve”, se quejó.