Martín Miguel de Güemes fue un jefe militar y caudillo que cumplió un rol clave en la lucha independentista, cubriendo la retaguardia sanmartiniana en la frontera con el Alto Perú. Y aunque con el pasar del tiempo se fue reivindicando su figura, para muchos historiadores se trata de un héroe olvidado. Injustamente.

En nuestra ciudad Güemes tiene una calle en su honor. No es de las céntricas, lo que avala en cierto punto la teoría de la falta de reconocimiento. Sin embargo, esta arteria es de las más largas de San Francisco –junto a 9 de Septiembre- atravesando de este a oeste varios barrios y con un trayecto que contiene un sinfín de curiosidades.

La calle empieza en Av. Brigadier Bustos (Camino Interprovincial) y tiene su final en Ruta Provincial Nº 1, traspasando los barrios San Cayetano, Corradi, José Hernández, Palmares, Cottolengo, 20 de Junio, Maipú y Savio en San Francisco. Sin embargo, más allá del interprovincial y de la ruta el trayecto continúa para ambos lados, siendo parte de Josefina, ya jurisdicción santafesina, y de un camino rural respectivamente.

Su nominación data del 13 de abril de 1953, por ordenanza Nº 925, durante la intendencia de Miguel Visconti.

Recorriéndola en toda su extensión se podría decir que son varios los paisajes que muestra esta calle recta y enteramente de tierra, emulando los terrenos donde el caudillo presentaba batalla. Sólo asoma el pavimento cuando es atravesada por otras calles, como por ejemplo la misma ruta provincial, Primeros Colonizadores o la avenida Maipú.

Otra particularidad, aunque negativa, es que suele ser vía de escape para delincuentes tras arrebatos o asaltos en la zona norte. Su lejanía, sus conexiones y la casi libre circulación la hacen una calle hecha a medida para una fuga.

Lo que muestra

La calle tiene su origen en Brigadier Bustos. Eso en San Francisco, porque lo cierto es que su recorrido, aunque con el nombre de Calle 10, inicia en barrio Acapulco y Veracruz de Josefina. Su finalización, en tanto, es sobre la ruta provincial 1 aunque aquí ocurre lo mismo porque el camino continúa hacia el oeste.

La arteria alberga numerosas instituciones, tal es así como el predio del Sindicato Unión Obreros Empleados Municipales (Suoem) en uno de sus extremos, como de la nueva escuela experimental Proa. También la Filial Millonaria, el predio Nicolás Losano de Sportivo Belgrano, la guardería municipal “Evelina Feraudo” y el Club Deportivo Norte.

Ya recorriéndola desde ruta 1 hacia el este, la imagen es algo desoladora. El camino, que va ensanchándose de a poco está bordeado de malezas pero su tránsito tiene buenas condiciones, aunque no las óptimas. Eso sí, los pozos se vuelven una constante.

En el margen de Savio, cerca de calle Las Camelias comienzan a verse las primeras viviendas, muchas de estilo moderno. Ya en Lencinas, el paisaje es otro. Hay casas tanto a la izquierda como a la derecha del camino. Un poco más adelante sólo se observan a la izquierda y yuyos altos sobre la derecha.

Pasando avenida de la Universidad aparecen los eucaliptus que bordean el canal de desagüe. A la izquierda se evidencian varias casas en construcción pertenecientes a los últimos loteos habilitados en la ciudad. Después de la calle Elvio Almada predomina el campo.

Una pequeña desviación

Güemes es recta, salvo por un pequeño “codito” a la altura de avenida Maipú. De seguir derecho, uno ingresaría a un taller de mecánica pesada. Aquí el camino ya se ve en mejores condiciones, rodeado de más eucaliptus.

El paisaje más lindo, quizá, sea pasando avenida Maipú. Allí comienza a verse al norte una mal llamada “costanera”. La misma cuenta con una vereda de césped muy bien mantenido y un sendero de cemento que la bordea y numerosos pinos y palmeras bajas, entre otras especies de árboles y arbustos. La calle desentona con algunos pozos, sin embargo la plaza “Los abuelos” embellece el sector.

Una vez que se cruza Bv. Buenos Aires, “la calle del cantero”, se observa mayor movimiento de gente. Más adelante, la obra en construcción de la escuela experimental Proa que se erige en Los Palmares. Cerca de Av. Libertador (N) aparecen más casas en construcción que se intercalan con baldíos.

Otro paisaje, otra realidad

Pasando Primeros Colonizadores, a la izquierda se puede ver el campo de deportes del Instituto San Francisco de Asís. Los minibasurales empiezan a notarse con más frecuencia. Colchones, cubiertas y prendas de vestir son los residuos más vistos.

Güemes: una de las calles más largas y que muestra las distintas realidades de la ciudad

Un barrial que se formó en los últimos días obliga a los conductores de los vehículos a cruzar de calzada. En este lugar el paisaje cambia, se vuelve campestre con caballos y hasta un molino.

De a poco se llega a barrio San Cayetano, donde aparece el predio de Sportivo Belgrano “Nicolás Losano”. También la guardería “Evelina Feraudo” y la cancha de Deportivo Norte, club de Baby Fútbol.

Hacia el norte sigue el campo, pero hacia el sur empieza a verse un aglomerado de casas que pertenecen al barrio San Cayetano, más humildes que las vistas en la zona oeste donde viven familias de mayor poder adquisitivo. Algunas sorprenden con cuestiones distintivas: una de ellas, con dos palmeras en su frente. Otras dos, por tener dos pisos entre casas de una sola planta. Una cuarta, por su pared escrita que felicita un cumpleaños de 15.

Llegando al final de nuestro recorrido, pero al nacimiento de la calle, caballos sueltos forman parte de un paisaje teñido por basura a sus costados. A escasos metros, tres niñas juegan dentro de un canal, con el peligro que eso conlleva. Allí, Güemes se transformará en Calle 10 y San Cayetano pasará a darle lugar a Acapulco y Veracruz. San Francisco termina, pero no esta arteria cuyo nombre rinde homenaje a Martín Miguel de Güemes, destacado y recordado por su fidelidad a la causa patriota, aunque no tan reconocido como nuestros demás héroes.