"Todo hace suponer que se trata de la misma persona que estábamos buscando” y “sería una muerte clínica, no violenta” fueron dos de las expresiones escuchadas ayer pasadas las 17 en el balneario La Toma, a cuatro kilómetros de la zona céntrica de la localidad de Capilla del Monte.

El equipo forense que ayer había subido a relevar el hallazgo del cadáver encontrado el martes regresó a esa hora transportando el cuerpo en una camilla sobre una mula. Allí se conocieron las primeras precisiones.

La llegada del cadáver femenino interrumpía la incomunicación por falta de señal que existió entre el equipo que lo halló en inmediaciones del dique Los Alazanes y los efectivos y funcionarios judiciales que constituyeron base en el balneario situado junto al río Calabalumba.

Si bien se conocieron esas dos medias certezas, todo debe ser corroborado por la autopsia, que se dudaba si podía ser efectuada anoche en la Morgue Judicial de la ciudad de Córdoba, en barrio Pueyrredón.

Capilla del Monte: el cadáver sería de Mariela y habría muerto sin violencia

 
El propio fiscal subrogante de Cosquín, Raúl Ramírez, que conduce la investigación y durante 15 días comandó el operativo de búsqueda, pudo apreciar el cuerpo de la víctima, vestida con las mismas prendas de trekking que usaba la mujer buscada justo antes de extraviarse, según se constató a través de una imagen tomada por una cámara de seguridad ubicada cerca del balneario La Toma.

Mariela Alejandra Natalí, de 44 años, oriunda de San Lorenzo (cercano a Rosario), provincia de Santa Fe, pasó y fue registrada por las cámaras de la garita de acceso al complejo del cerro Uritorco y La Toma, el mediodía del martes 4 de febrero.

Allí se aprecian sus vestimentas, similares a las que se vieron en el cuerpo rescatado ayer. Abonando la presunción más probable, se hallaron junto al cuerpo el celular de Mariela, un termo, un mate y otros elementos que se asimilan a los que ella usaba. Su anatomía y otros rasgos fisonómicos son coincidentes con los de la mujer que decenas de efectivos (entre bomberos, policías y baquianos) buscaron durante casi 15 días.

Lo que no se halló fue documentación personal que acreditara su identidad, pero se conocía que esta mujer no era de llevarla cuando realizaba este tipo de incursiones. En la causa se corroboró que Mariela era de caminar en solitario y que solía hacer incursiones de este tipo.

La otra media certeza se extrae de lo que se escuchó decir a dos de los médicos forenses que “subieron” para observar el cadáver en el lugar del hallazgo. Según fuentes policiales, dentro de un marco de cautela, los peritos habrían coincidido en que se trató de una “muerte clínica”, como llaman en la jerga a los decesos que no son violentos ni provocados.

 
Sin embargo, todos aclaran que debe esperarse la autopsia.