Esta semana podría ser clave en el caso donde se investiga el crimen del médico Daniel Casermeiro, ya que el fiscal Bernardo Alberione está pronto a dictar la resolución solicitando la prisión preventiva a Gerardo Gette, único detenido por el hecho sucedido en diciembre pasado.

Desde la fiscalía sostienen que “no hay grises” en la investigación y además en los últimos días un nuevo testimonio volvió a complicar a Gette, quien se encuentra detenido en la cárcel de nuestra ciudad. Se trataría de un hombre cercano al círculo familiar de quien se encuentra imputado por homicidio calificado, quien aseguró que tiempo atrás –previo al crimen del médico- le entregó un arma de fuego del mismo calibre a Gette, aunque aparentemente no conociendo con qué fin iría este último a usarla.

Cabe recordar, que la autopsia al cuerpo de Casermeiro reveló un balazo en la nuca con una pistola calibre 22. El disparo en la nuca fue a “traición”, aseguró el fiscal Alberione, es decir por la espalda. La bala ingresó por el occipital del cráneo y se alojó en la zona frontal.

El testimonio es preponderante porque pone en escena el arma utilizada para cometer el crimen, la cual todavía no fue hallada por los investigadores.

Fuentes de la fiscalía indicaron que la resolución con el pedido de la prisión preventiva saldría esta semana, lo que se notificará a los abogados defensores de Gette. Si estos no están de acuerdo tendrán la posibilidad de oponerse ante el Juzgado de Control.

Los videos, clave

A Gette también lo mantiene tras las rejas lo visto en distintas cámaras de seguridad que lo ubican junto al ginecólogo el día de su desaparición. Se los observa hablar en la calle, incluso –de acuerdo a los ademanes- discutir y subirse juntos al automóvil BMW blanco del ginecólogo.

También en este sentido existe material en video que refleja que el imputado camina ese jueves de la desaparición, ya en horas de la tarde, hacia la zona urbana de San Francisco en un trayecto oeste-este.

Según pudo conocer El Periódico, se lo observaría caminando por calle Iturraspe en busca de la camioneta VW Amarok doble cabina negra que había dejado estacionada por la zona céntrica. En sus manos llevaba una especie de bolsa aunque armada como un fajo, revelarían las imágenes.

Varias cámaras de seguridad ubicadas sobre esa arteria tomarían esta escena, que se volvió clave para los investigadores y ponen a la camioneta secuestrada además en el centro de la investigación. Por eso desde la fiscalía pidieron una serie de peritajes sobre el vehículo, el cual fue traído desde San Juan, ya que hasta allí había viajado el hijo de Gette.

También se lo vería con una remera que hasta el momento no apareció.