Brian Fernández volvió a ser noticia esta mañana por los problemas que tiene en Santa Fe. El delantero no se presentó a entrenar hoy y explicó en diálogo con Sportia que tuvo que ver con un hecho de inseguridad que vivió en las últimas horas.

"Me robaron un reloj y me apuntaron con una pistola en la cabeza. Eran hinchas de Unión que me preguntaron si yo era 'Brian el que manda en Santa Fe', por un video que subí yo para joder nomás, pero se ve que se lo tomaron muy en serio. Me asusté, me subí a la camioneta y me quise ir rápido, y cuando me fui me tiraron dos ladrillos a la camioneta, pero por suerte no me pasó nada", relató el delantero, quien aseguró que no conocía a los ladrones.

"El problema es la camiseta"

Por otro lado, el jugador denunció también problemas con su padre desde su regresó a Santa Fe"Es difícil esa situación. Es algo de familia y yo no esperaba vivir algo así con un familiar... Que terminase de esa manera es algo muy loco y más viniendo de un padre. El problema es la camiseta", sostuvo el delantero.

Hace algunos días, Fernández estuvo desaparecido y con licencia para faltar a entrenar en el Sabalero. Tras su aparición en los medios, admitió: "Decidí estar incomunicado por la situación difícil que estoy atravesando. No puedo salir a la calle por las amenazas" 

Tras el suceso, el futbolista se fue a la casa de la prima para quedarse tranquilo ahí, y cuando fue la hora del entrenamiento se comunicó con el presidente de Colón para avisarle sobre la situación. "A la tarde me voy a presentar, no es que voy a perder el día. Me da mucha impotencia y bronca que digan que no me presenté sin avisar. No puedo hacer nada que ya directamente salgo en el diario", agregó.

El delantero admitió que no es sencilla la rutina en la ciudad que lo vio nacer: "Yo pensé que se me iba a hacer fácil pero se me hace difícil el día a día en la calle. Encontrarme con hinchas de Unión, que me digan cosas para que yo reaccione y lo suban a las redes sociales. La verdad que es difícil jugando en Colón..."

Por último, luego de blanquear el problema que tiene con su padre -hincha de Unión-, aseguró que por ahora no piensa en irse del Sabalero: "Vine a salvar a Colón de esta situación, sabiendo que si me pongo bien físicamente le puedo dar muchísimo al club porque lo demostré en todos los lugares donde estuve. Pero se me hace complicado vivir el día a día después del entrenamiento".

Fuente: TyC Sports