El ministro de Sanidad chino, Ma Xiaowei, confirmó hoy  que el nuevo coronavirus causante del brote de neumonía que ha matado a 56 personas y afectado a 2.070 es contagioso incluso antes de mostrar síntomas, lo que podría dificultar enormemente las labores de control para evitar la propagación de la neumonía.

Ello diferenciaría radicalmente al nuevo virus del Sars o síndrome respiratorio agudo y grave surgido en China en 2002 y que se saldó con la muerte de más de 700 personas en todo el mundo con una tasa de mortalidad tras contagio de entre el 13 y el 19 por ciento. El SARS no era asintomático, por lo que era más sencillo localizar a posibles contagiados.

Además, la Comisión Nacional de Salud que dirige Ma ha indicado que el periodo de incubación es de 14 días y ha destacado que la capacidad de propagación del virus se está fortaleciendo.

El propio Ma ha reconocido la "limitada" comprensión del virus por parte de las autoridades y por tanto que no conocen el alcance potencial de la enfermedad ni los posibles riesgos de mutación. "El brote seguirá activo durante un cierto tiempo", ha apuntado, según recoge el diario 'South China Morning Post'.

Ma anunció también en la rueda de prensa que 1.350 médicos adicionales han llegado ya a la ciudad de Wuhan, epicentro de la enfermedad, y otros mil están al llegar, aunque ha reconocido una escasez de suministros médicos que están intentando paliar "de todas las formas posibles".

El viceministro de Industria y Tecnología de la Información, Wang Jiangping, ha indicado en la misma rueda de prensa que están intentando varias vías, tanto en el interior como en el exterior, para obtener los suministros necesarios.

En países como Estados Unidos el control de los síntomas es la piedra angular para evitar la entrada de afectados, ha advertido un asesor de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidense, William Schaffner. "Esto lo cambia todo", ha subrayado Schaffner en declaraciones a la CNN.