“Las motos en la ciudad parecen esfumarse, nunca nadie ve nada”, comenta un usuario de Facebook en una nota de El Periódico donde se informa sobre un robo y el pedido de rescate de parte de su dueño para recuperar su bien.

El robo de motos no cesa en la ciudad, pero sí puede fluctuar reconocen desde la fuerza policial. Por ejemplo, según pudo conocer este medio, hubo cuatro denuncias por robo en la Departamental San Justo la semana pasada y dos de las motos fueron recuperadas.

Sin embargo, muchos damnificados siguen alimentando la costumbre de recuperarla por cuenta propia, ofreciendo dinero para recuperarla.

Es que desde hace un tiempo la modalidad y finalidad del robo de motos más frecuente es la extorsión al dueño del vehículo para el cobro del rescate, seguida por el acopio para la venta entera o de las partes. También suelen ser moneda de cambio o medio de movilidad con fines delictivos.

Este martes, El Periódico publicó dos robos de motovehículos en nuestra ciudad: una Corven 110 y una Honda Tornado. En ambos casos, sus propietarios ofrecen recompensa para recuperarla. “Es la forma que tenemos para dar con la moto”, dijo uno de ellos.

Según coinciden en la Policía, la medida más efectiva para mermar el robo de motos son los controles callejeros. Los mismos deberían desplegarse en distintos puntos de la ciudad.

Si bien en varios procedimientos policiales se han secuestrado motos robadas, esta actividad delictiva está latente todo el tiempo: “La población de motovehículos es muy grande”, se justificó una fuente de la Departamental San Justo.

Cuánto se paga

En algunos casos, según el tipo de moto robada, se llegó a pedir hasta 15.000 pesos por motos que valen 100.000. De ahí para abajo.

Desde la Policía insisten en denunciar el robo y la extorsión para recuperar los vehículos, aunque reconocen que muchas personas deciden mandarse solas con el riesgo que conlleva.

“No aconsejamos hacerlo por cuenta propia, nosotros con la denuncia lo judicializamos y nos abocamos a recuperarla. Lo que sí sabemos es que aunque algunos las consigan la mayoría termina siendo estafada. En ese caso sería el robo seguido de una estafa, la víctima termina doblemente perjudicada”.

Los contactos suelen darse vía mensajes de Facebook y llamados telefónicos, conseguidos a través de una publicación que se viralizó por los grupos de compra y venta.

Lo que también advierten desde la fuerza policial es que la falta de mayor seguridad en los motovehículos cuando son dejaron en la vía pública. “Muchas veces le ponen solo la traba si un candado”, advirtió la fuente.

Para qué las roban

El acopio de motos robadas puede tener dos objetivos: la venta del vehículo entero o el desarme de para el comercio de sus partes. Este último se ha fortalecido a partir de la inflación de los precios de las mismas en el mercado lícito, aunque en el circuito ilegal también subieron los precios. Todo lo robado siempre se ofrece a menor precio.