Un adolescente de 14 años fue víctima, el martes poco después del mediodía, de un asalto a mano armada en la vía pública. El hecho ocurrió cerca de las 12.40 en avenida Sabattini y bulevar 9 de Julio.

De acuerdo a lo que contó su mamá a El Periódico, el joven caminaba desde su casa hasta el negocio familiar cuando en esa intersección fue abordado por un delincuente.

"Antes de llegar a la panadería, donde están las canchas de fútbol, un masculino de unos 30 años alto, de barba, sin gorra, pelo corto, lo intercepta, lo empuja. No lo dejaba pasar por la vereda y le muestra un arma. Esta persona lo agarró del cuello, lo metió por un caminito que va hacia unas casas que están ahí, que son de los ferroviarios. Como no había nadie, hay un montón de yuyos crecidos. Le apuntaba con el arma y le pedía las llaves y la dirección de mi casa", contó la mujer.

Acto seguido agregó: "Le pedía plata. Él le dijo que no tenía y cuando le empezó a tocar los bolsillos le encontró el teléfono. Como es un teléfono con patrón de seguridad le pidió que se lo desbloqueara o lo iba a matar. Siempre le decía que lo iba a matar, que lo iba a llevar más adentro y que lo iba a matar como a un perro y que lo iba a dejar ahí para que lo encuentren muerto. Siempre amedrentándolo de esa manera. Le dijo que no lo mirara a la cara porque también lo iba a matar. Que no lo siguiera, que no gritara, porque si lo hacía lo iba a matar, que a él no le importaba, que no lo iban a encontrar por mucho tiempo y que cuando lo encontraran lo iban a encontrar muerto".

La mujer explicó que su hijo, a pesar de ser cinturón negro en taekwondo, no se resistió. "Él por supuesto nunca hizo nada, él hace taekwondo hace muchos años, de hecho es cinturón negro, tiene un título mundial, tiene un montón de trofeos porque siempre fue un excelente luchador, pero con mi esposo lo único que le pedimos es que cuando esté frente a esas situaciones valore su vida y no haga nada. Porque muchas veces, cuando saben que se pueden defender, puede ser peor. Nunca podés saber si el arma esta cargada o no. Entonces él no hizo nada, le dio todo lo que le pidió y después lo dejó y él se fue caminando hasta el negocio para contarnos".

"Estaba muy asustado y con mucha impotencia por no haber podido hacer nada", añadió la mujer.