Mario Ruiz Arroyo, el estudiante español de Ingeniería Industrial de la Universidad de Málaga que realizó sus prácticas estudiantiles en UTN San Francisco durante dos meses, efectuó un balance de lo vivido en la facultad antes de concretar el regreso a su país.

Ruiz Arroyo, que llegó a la Argentina a través de la Asociación Internacional para el Intercambio de Estudiantes para Experiencia Técnica (IAESTE por sus siglas en inglés), se mostró satisfecho por la experiencia y manifestó: “Encontré un grupo muy bueno de chicos y docentes aquí en la universidad. Tanto académica como personalmente, la experiencia ha sumado bastante”.

El joven, que arribó a esta casa de altos estudios a raíz de su interés en la instalación piloto de paneles solares de dicha facultad, tema de su proyecto final de carrera, aseguró: “Mi trabajo final va en esa línea de la ingeniería y era una opción para aprender más de cara al futuro y a ese trabajo pendiente que tengo aun yo allí en España”.

Sobre sus prácticas, comentó: “Me informaron acerca de los datos técnicos que tiene la instalación, la potencia de los paneles, también se llevaron a cabo varias charlas a escuelas de la zona que vinieron aquí, y eso sirvió bastante para conocer bien la instalación, la corriente que pudiera tener o no, qué aporta a la universidad, ha sido muy útil”.

En cuanto a la enseñanza de la ingeniería en nuestro país, dijo: “Acá es muchísimo más práctico, por decirlo de alguna manera el ingeniero de acá mete mano a la ingeniería, no es tan teórico, allá es más de aula, se enseñan mucho los fundamentos pero no vemos tan de cerca lo que viene a ser por ejemplo un motor eléctrico o un panel solar”.

Acto seguido agregó: “Aquí es bastante profundo, bastante intenso. En ese sentido no creo que haya una diferencia con España, de hecho al revés, yo estoy encontrando chicos muy preparados y me ha sorprendido para bien, la preparación que hay es muy alta. También creo que aporta mucho esa experiencia laboral temprana que se suele realizar aquí, en segundo curso, que es cuando ya empiezan a trabajar, y quieras o no esa experiencia laboral te aporta mucho”.

Fuera de lo académico, el estudiante destacó la posibilidad de conocer otros lugares más allá de San Francisco, como Córdoba capital, localidades de las sierras de Córdoba y Río Cuarto. “Estuve también con Diego Ferreyra en Arroyito con algunas visitas a la fábrica Dupont, y recientemente llegamos del CONEIE en Oberá y aquello sí que estuvo realmente bueno, hubo gente de muchos puntos del país, y eso te sirve para ver los diferentes puntos de vista de una persona, cómo ven ellos la ingeniería, la verdad que ahí también pude notar que hay distintas maneras de expresarse, o de ser dentro del mismo país”, sumó.

Sobre el final, agradeció a los dos coordinadores que tuvo en nuestra ciudad: al docente investigador Dr. Ing. Diego Ferreyra y al director de Proyección Estudiantil, Ing. Rodrigo Ocampo. Y también agradeció al Grupo de Investigación sobre Energía (Gisener), a los estudiantes y al personal de la universidad y a la comunidad de San Francisco en general.

Una experiencia “integral”

El investigador Diego Ferreyra, quien acompañó a Ruiz Arroyo en su proceso dentro de nuestro país, tildó a la experiencia de “integral”. “Fue muy integral en lo académico, en los aspectos técnicos, humanos, sociales. Como intercambio internacional nos pareció muy valioso, nos ayuda a saber en qué está el resto del mundo, a calibrar un poco en qué estamos trabajando, en si estamos ubicados o no, en qué se está trabajando en otros países. En ese sentido la visita de Mario ha sido muy valiosa porque ha sabido traernos información, darnos su opinión, aportarnos visiones”, subrayó.

A su vez, Ferreyra resaltó: “A veces uno no percibe ciertos aspectos y en ese sentido lo he notado particularmente más allá de nosotros los docentes con los estudiantes ese hecho de decir ‘miren, estamos desarrollando una carrera en el interior del interior de Argentina de ingeniería y sin embargo estamos trabajando con la misma temática que en otros países, que en otras universidades muy grandes’, como de la que proviene Mario que es la Universidad de Málaga. Eso nos llenó mucho, nos pareció muy valioso”.

En materia de paneles solares, el investigador recordó que el proyecto “ha ido evolucionando como estaba previsto en su momento”, desde que se instaló hace más de 4 años en formato de experiencia piloto. “Nosotros vemos que ha sido una experiencia señera en la región porque recién este año se definió completamente la normativa para que las conexiones de este tipo estén ordenadas según las normativas de las distribuidoras eléctricas de esta provincia. Así que estamos contentos de haber estado en ese momento en que la facultad hubiera estado atenta en reaccionar a algo que se venía con 4 años de anticipación”.

Estudiante de España culminó su experiencia de intercambio en UTN San Francisco

Para finalizar, Ferreyra puso de manifiesto la importancia del apoyo recibido por parte de estudiantes, docentes, graduados y personal nodocente: “Siempre insistimos en la incidencia de los graduados, que fueron los que nos fueron impulsando para que pudiéramos hacer esta experiencia. Los paneles solares siguen siendo un polo de atracción para divulgación. Lo mencionaba Mario. Él mismo pudo participar en divulgaciones desde instituciones de nivel medio, de nivel inicial, otras universidades, cooperativas. Entonces en todo ese aspecto ha sido un medio muy lindo para llevar la Facultad a la región”.

“Hay un montón de emprendimientos de ese tipo, lo valoramos mucho, apreciamos mucho el apoyo de tanta gente dentro y fuera de la universidad que se prendió con la propuesta, y entendió cuál era el planteo”, concluyó.

Sobre el programa de intercambio

La Internacional Association for the Exchange of Students for Technical Experience (IAESTE) es una organización internacional no gubernamental, independiente y apolítica que promueve un programa de movilidad internacional para la realización de prácticas profesionales para estudiantes en el marco de la cooperación Universidad-Empresa.

Sus principales objetivos son proporcionar a los estudiantes universitarios de especializaciones técnicas y científicas experiencia profesional en el extranjero relacionada con sus estudios, en el sentido más amplio, y promover el entendimiento y la buena voluntad entre los estudiantes universitarios de todo el mundo, actuando con independencia de sexo, raza, creencia o religión.

La asociación incluye a más de 80 países en todos los continentes, entre ellos Argentina.

Hasta el momento, más de 350 mil estudiantes en todo el mundo participaron de intercambios a través de ella.