La accesibilidad para personas con discapacidad es una materia pendiente en San Francisco. Bien lo saben Mariela Bargas y Analía Ludueña, dos mujeres que diariamente tienen que ingeniárselas para transitar la ciudad en sus sillas de ruedas. Es por ello que celebraron el proyecto para la construcción de rampas en todas las esquinas de las principales avenidas como bulevar Roca, avenida Buenos Aires, Juan B. Justo, Hipólito Irigoyen y Garibaldi.

El proyecto presentado por Mejor San Francisco y que será tratado en la próxima sesión del Concejo Deliberante solicita al Ejecutivo municipal la construcción de rampas adecuadas para personas con discapacidad motriz, que se desplacen en sillas de ruedas, en todas las esquinas de las calles antes mencionadas.

“¡Por fin!”, expresó en un comentario en sus redes sociales la artesana Analía Ludueña. Mientras que para Mariela se trataría de una medida perfecta: “Me vendría muy bien porque yo utilizo en las distintas avenidas”, comentó.

En su artículo segundo, el proyecto también reclama que se construyan rampas adecuadas frente a los centros de salud tanto públicos como privados, en geriátricos o instituciones similares.

Algunas observaciones

Las dos mujeres reconocieron que no solamente hacen falta rampas para lograr una “ciudad más accesible”, sino que resta mucho por trabajar.  

“En primer lugar habría que empezar porque la gente respete las rampas que ya están-pide Mariela-, porque la verdad en el centro más de una vez tenés que andar pidiendo que corran el auto o la moto para poder pasar. Muchos no las respetan y hasta se enojan si le pedís que por favor te den el paso”.

Mientras que Analía añade: “En los locales comerciales y en edificios públicos también hacen falta rampas como así también baños accesibles”.

Las dos mujeres coincidieron en que en los barrios también son necesarias, ambas cada vez que tienen que trasladarse lo hacen por la calle con los riesgos que ello implica. “Ni siquiera por la vereda, porque o están los autos estacionados, o están destruidas o llena de materiales. Parece que nunca piensan en el que no camina, es como que no existimos”, se quejan.

Falta en el transporte

Otro problema con el que se encuentran es la falta de accesos tanto en el trasporte público como en el privado. “Tengo una silla de ruedas eléctrica que es un poco más grande que las comunes y los remises no te llevan-repite Analía-. Incluso algún remisero con una camioneta me llegó a decir que la silla le ensuciaba la alfombra”, recuerda.

“Falta mucho para que la ciudad sea accesible, no solamente rampas”
Analía Ludueña. 

Una promesa que no se cumple

Mariela reside en una planta alta de los departamentos de barrio Roque Sáez Peña. Y sus dificultades no solo radican en la necesidad de bajar las escaleras de su casa arrastrándose sino también en la inexistencia de rampas de acceso a su barrio, ante cualquier urgencia.

Según su familia los dirigentes del Centro Vecinal de “las 800” prometieron en más de una oportunidad ayudarla a construir una rampa en la esquina de su casa para hacer más fácil transportarse en algún remise. Sin embargo, “seguimos esperando y todavía estamos en veremos. Estamos viendo de hacerla nosotros y no queda otra porque si no se me dificulta muchísimo la movilidad. Mi papá lo podría hacer porque es albañil pero tendríamos que conseguir los materiales”, se lamenta.

Este nuevo proyecto para construir nuevas rampas en las avenidas San Francisco es un avance en materia de de poder llamarse “ciudad accesible”, sin embargo restan muchas cuestiones pendientes. 

“Falta mucho para que la ciudad sea accesible, no solamente rampas”