Las guías alimentarias para la población argentina recomiendan el consumo de pescado dos o más veces por semana. Pero, si hacemos una encuesta nos vamos a encontrar con que muchos ni siquiera lo prueban una vez al mes. Es que el pescado no tiene la fama de la carne de vaca –o ahora de cerdo-, ni tampoco la del pollo. Sin embargo, todos coinciden en que es saludable y los nutricionistas lo recomiendan. 

En la Argentina se consumen 7,9 kilos per cápita de pescado por año, según datos de IES Consultores, una cifra baja comparada con el promedio mundial que alcanza los 20 kilos per cápita al año y tiene un incremento anual de 1,5%, según los datos relevados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La contracara es que somos considerados mundialmente como un país pesquero.

En San Francisco estamos dentro de este contexto, aunque desde las pescaderías aseguran que empezó a existir un consumo que va más allá del Viernes Santo. 

“La gente empezó a animarse a consumirlo” sostuvo Leandro Baggio, del local de venta de productos congelados Puerto Sur. Como si comerse una milanesa de merluza implicaría llenarse de coraje.  

Según observa Baggio, “la gente lo está implementando una o dos veces en la semana” más allá de Semana Santa, indicando que “se mantiene el consumo”.

En su local, los productos que más se venden es algo relativo: “Depende del tiempo de cada persona. La gente que trabaja o que no tiene tiempo de cocinar lleva lo procesado para ponerlo en el horno y agilizar la comida”.

En este punto se destacan la merluza o el atún, lo más común. “La gente consume muchos medallones de merluza con distintos sabores”, afirmó.

Baggio dio los motivos por los cuáles observa mayor consumo de pescado en el último tiempo: “Está la gente que le gusta el pescado, que son los menos, pero hay gente que por cuestiones de salud o porque hace bien lo está empezando a consumir, o porque por ahí están haciendo algún tipo de dieta y se lo recomiendan”, respondió.

Los precios son otro punto importante: “Está a buen precio, es muy accesible. Por ahí la excusa es que deja olor en la casa o que a los chicos no les gusta, pero el precio no vendría a ser una excusa para no consumirlo”.

De a poco, el pescado va ganando lugar en la mesa

Venta y también consejos

Matías Valls, de pescadería El Pique, coincidió en esta tendencia que asoma de a poco. “Cada vez se anima más gente al pescado, a la gente le gusta, lo que no sabe es la cantidad de cosas que se pueden hacer; entonces uno va dándole ideas y además en muchas dietas lo recomiendan”, comentó

En su caso, la milanesa de pescado y los filetes de merluza son los “caballitos de batalla”. “Nosotros tenemos muchas promociones y la gente sabe que hacemos todo casero. No le mezquinamos nada a las milanesas ni a las hamburguesas. Una milanesa ya está hecha, la ponés en aceite o en la plancha y se hace enseguida”, comentó.

Para Valls, el precio también va de la mano con la elección: “Nosotros no llegamos con la mercadería que vendemos, que en su mayoría es pescado de río, al valor de la carne. Entonces del pollo pasan al pescado porque la carne esta carísima”. 

Luego dijo: “El precio se mantuvo a pesar de las subas que hubo, los proveedores pudieron mantenerlo, entonces no aplicamos aumentos. Estamos después del pollo y antes de la carne. Por ejemplo, vendemos un kilo de hamburguesas, un kilo de albóndigas y un kilo de milanesas en 450 pesos, al valor de 150 pesos el kilo, cuando la carne está arriba de los 200 ”, finalizó.

Beneficios

Según explicó la Lic. en Nutrición Sandra De Benedetti (M.P. 3358), el pescado aporta, al igual que todos los alimentos de origen animal, proteínas completas y de alto valor biológico.

“Son fundamentales porque poseen todos los aminoácidos que nuestro cuerpo necesita. Se denominan esenciales ya que no pueden sintetizarse a partir de otros sino que deben incluirse sí o sí con la alimentación”, señaló.

Existe una división a nivel nutricional que tiene que ver con el contenido de grasa de los pescados. Así, se dividen en magros o blancos y grasos o azules. “Los primeros son aquellos que poseen un bajo porcentaje de grasa. Son ideales para quienes desean bajar de peso y también para quienes poseen trastornos digestivos ya que son muy livianos y se digieren fácilmente. En este grupo se encuentran la merluza, el bacalao y el lenguado. Los segundos poseen un porcentaje de grasa mayor, pero son grasas de excelente calidad. Aportan ácidos grasos omega 3 que ayudan a reducir el colesterol total y aumentar el colesterol HDL o ‘bueno’. También se ha demostrado que el consumo regular de estos pescados  contribuye en la regulación de la tensión arterial, cuida a nuestro cerebro y a la salud cardiovascular, pudiendo prevenir infartos y las arritmias cardíacas. Entre los pescados grasos se encuentran el salmón, atún, anchoas, arenque, caballa y sardinas”, detalló.

Sobre el final recomendó, siguiendo a las guías alimentarias para la población argentina, el consumo de pescado dos o más veces por semana y la cocción a la parrilla o el horno, evitando la fritura. “Se le puede dar sabor con condimentos y hierbas aromáticas, acompañándolo con verduras de distinto color, que aportan distintas vitaminas y minerales”, sumó.