"El que apuesta al dólar, pierde", es la frase que todavía retumba en la memoria colectiva de nuestro país y que pronunció un ministro de Economía (Lorenzo Sigaut) en 1981, evidentemente sin mucho éxito porque poco parece importarles hoy a los argentinos, ya que en septiembre creció un 30% la cantidad de personas que compraron dólares. ¿El motivo? La previsión o temor de que esta moneda se dispare después de las elecciones generales de este domingo, como ocurrió en agosto con las PASO.

Por estos días en San Francisco una imagen valió más que mil palabras para reflejar la inestabilidad económica del país. En realidad fueron varias pero que mostraron lo mismo: una larga fila de personas apostadas fuera de la casa de cambio Valuar (9 de Julio al 1900), que iniciaba en la puerta del local y que por momentos en la semana llegó hasta casi la estación de servicios YPF ubicada en la esquina del bulevar con calle Córdoba. Adentro, en tanto, la oficina estaba repleta de compradores. 

Las filas no distinguían de edades, sexo y clase social. Algunos compradores esperaron parados su turno, otros sentados, con alguna botella de agua en la mano para pasar el calor: “Ya les tuve que decir varias veces que se corran de la puerta, que se formen más allá”, contó a El Periódico una comerciante aledaña a la casa de cambio, quien en varios momentos de estas jornadas vio la puerta de ingreso a su local obstruida.

“Setenta pesos es una buena diferencia”, se le escuchaba este viernes decir a un hombre de unos cuarenta y pico de años a un abuelo, como presagiando lo que puede llegar a ocurrir el próximo lunes tras las elecciones. 

“Yo solo vengo a ver a cuánto lo venden, no tengo mucho para comprar”, aseguraba una jubilada docente que no podía creer la fila que se iba armando mientras ella decidía si se sumaba o no a esta fiebre verde.

Desesperación

Para el reconocido contador Carlos Cravero, lo que se observó en estos días “nunca ocurrió tan visiblemente en San Francisco”, aunque en ciudades grandes –destacó- se da frecuentemente. “Sí se observó en varias oportunidades gente yendo a comprar dólares, pero no con tanta desesperación como ahora. Es un hecho concreto la incertidumbre por un acontecimiento electoral que debiera ser lo más normal del mundo, donde debiéramos festejar que podemos votar y vivir en democracia, pero sin embargo ocurre esto”, aportó en diálogo con El Periódico.

Las largas colas despertaron todo tipo de especulaciones, que pudieron confirmarse entre medio de la gente. Por un lado, había compradores que vieron la oportunidad de hacer una diferencia aprovechando que vencía un plazo fijo o la venta de un bien: “Se vendió una casa familiar y decidimos cambiar los pesos por dólares, esta semana nos fuimos turnando”, confió un vecino a mitad de semana mientras esperaba ser atendido. 

Y no faltaron los “coleros”, es decir, quienes compraban dólares por encargo. Es que también están aquellos que presos de su voracidad financiera se aprovecharon de la necesidad de muchas personas y formaron una cadena de compra, es decir, utilizando a alguien para que haga la transacción legal –ya que se exige DNI para la compra, entre otros requisitos- y así “gambetear” el cepo para luego ofrecer los “verdes” en las conocidas “cuevas” financieras donde podían cotizarse a más de $70, según pudo conocer este medio. 

Cifra extraordinaria 

Matías Carena, encargado de la firma Valuar en San Francisco, indicó a El Periódico que desde las PASO se triplicó la demanda en lo que respecta a operaciones, en la mayoría de venta de dólares. Pero si se toma solo esta semana, se cuadruplicó.

“Es la primera vez que ocurre una situación de este tipo. No hemos pasado crisis de esta naturaleza antes con la posible llegada de un nuevo gobierno”, sostuvo Carena al momento de explicar este furor por la compra de la divisa norteamericana.

Según informó el entrevistado, desde el lunes hasta el viernes de esta última semana se realizaron más de mil “boletos”, predominando compras y siendo mínima la porción de venta: “No suena tan impactante el número (por los mil), pero si lo multiplicás por el boleto promedio que fue de 500 dólares me da 500 mil dólares o más comprados; para una ciudad como esta, con la cantidad de habitantes que tiene, es una cifra extraordinaria”, afirmó Carena. 

Si se hace el cálculo mensual, teniendo en cuenta que las semanas anteriores hubo gran demanda pero menor a esta prelectoral, en el último mes se habrían comprado un millón y medio de dólares en San Francisco solo en una casa de cambio. A esto hay que sumarle las compras en los bancos.

Con poco peso

Cravero manifestó que lo sucedido con el dólar en nuestro país es a causa del poco valor de nuestra moneda: “Argentina es un país donde no tiene moneda y los habitantes cuando piensan que va a cambiar la situación normal del país se refugian en el dólar. Podemos mirar para atrás en situaciones que ya pasaron: ¿qué hace el argentino en momentos de crisis? Se refugia en el dólar. Eso es lo que sucede con esta fiebre, donde hay oportunidades en que el dólar alcance valores que no debería alcanzar”, reflexionó el contador.

“Un día tenemos cien pesos y podemos comprar dos unidades de una cosa, pero nos levantamos al día siguiente y podemos comprar una sola. Es tremendo, pero es la realidad histórica del país”, resumió.

Por último, Cravero explicó que aventurar qué puede suceder desde el próximo lunes “es muy difícil”. Agregó que existen economistas que presagian una hecatombe y otros que dicen que el dólar ya tiene un valor alto: “No creo que pase, algunos dicen que de cualquier manera se va a endurecer la política cambiaria. Cada uno hace una lectura pero no con un respaldo técnico tan fehaciente, sino más que todo con sus presunciones. No nos olvidemos que los economistas son personas y que cada uno tiene su corazón en algún lado”, concluyó. 

COTIZACIÓN DEL VIERNES 

$65,50

A ese precio cerró el dólar el viernes en Valuar y en Bancor.

$65

Precio de cierre el viernes en el Banco Nación.