Stella Almada hacía hasta lo imposible para contener sus lágrimas en la tarde este viernes. Lleva adelante desde hace cuatro años el comedor solidario Los Pekeñitos en barrio La Milka. El llanto era de emoción en un lugar donde las penurias suelen observarse a diario. ¿A qué se debía? A que recibió de parte de la Justicia de San Francisco una donación económica de dos mil pesos para el espacio que tiene a cargo y que alimenta cada semana a unas cien personas, a las que les da el almuerzo y la merienda.

La conexión entre tribunales y Los Pekeñitos se dio por un delito, un hecho de robo con daño sobre una propiedad en el que participaron menores de edad. Por este motivo intervino el Juzgado de Niñez y Juventud, Violencia Familiar y Penal Juvenil de San Francisco, a cargo de Andrés Peretti. Sin embargo, el caso no llegó a juicio sino que las partes mediaron de manera exitosa al remitirse la causa al Centro Judicial de Mediación. Economía procesal que le llaman.

Peretti indicó que con la idea de “justicia restaurativa”, a través del diálogo, el consenso en determinadas reuniones y sobre todo la aceptación de la víctima de las disculpas de los autores se logró cerrar este caso: “El final fue con una gran idea de la víctima que era donar este dinero a un comedor solidario”, explicó. La plata correspondía a un resarcimiento económico ofrecido por los padres de los dos menores que en enero de este año cometieron el hecho. Cada uno debió aportar mil pesos. 

Nancy Gerbaldo, coordinadora del Centro Judicial de Mediación de la quinta circunscripción, señaló que se llegó a un acuerdo entre la víctima y los victimarios y en base a ello se decidió además de las disculpas correspondientes realizar el acto solidario.

Sobre los menores manifestó que estaban acusados de "robo calificado por escalamiento", devolviendo luego  los elementos robados.

“Es una reconstrucción solidaria del tejido social porque la víctima acepta donar el dinero a un comedor y a través del Centro buscamos quiénes están en regla para llevarlo adelante. Quienes lo otorgan, además vale destacar, son personas humildes”, indicó.

Para Gerbaldo, “los menores no solo saben que sus padres debieron abonar esa suma de dinero para restablecer el daño o hecho ilícito cometido, sino que se reinsertan a la sociedad con un elemento bueno y eso es lo importante de la Justicia restaurativa. No todas las víctimas aceptan que sea donado, esta es la primera vez”, contó.

Gerbaldo y Peretti estuvieron acompañados por integrantes del Centro de Mediación: Verónica Francone, Maricel Musso y Griselda Caneva.

Los Pekeñitos

El comedor comunitario asiste a  80 y 100 chicos de entre dos meses y 15 años y personas de la tercera edad que llegan a este espacio para buscar su vianda cada lunes, miércoles, jueves y viernes; además meriendan los jueves y sábados.

“Salimos diariamente a buscar para las donaciones, la mayoría las salgo a buscar yo como encargada. A todos les digo que me encantaría que se lleguen al comedor para que vean cómo trabajamos”, sostuvo Almada, quien es ayudada por Noelia Farías, Yamila Rodríguez, Marta Rasguido y Royli Cajaleón.

La encargada del espacio dijo no imaginar “una ayuda de este tipo” y expresó que el destino serán alimentos: “No sé cómo dar las gracias, es una ayuda grande para la compra de alimentos y últimamente en estos días donde todo aumenta. Tenemos una sola carnicería que nos dona una vez a la semana o cada 15 días, lo mismo con el pollo. Cuando tenemos tratamos de comprar porque es lo que menos dona la gente”, indicó.

Además de carne, quienes puedan colaborar pueden hacerlo con alimentos no perecederos, verduras, ropa, entre otras cosas, en buenas condiciones. También reciben actualmente golosinas y tortas para celebrar el Día del Niño, con juegos y números artísticos, el sábado 31 de agosto. 

Pueden comunicarse a través de Facebook: Comedor solidario Los Pekeñitos; teléfono celular: (03564) 15371423; dirección: Antártida Argentina 456.