Agobiado por la inseguridad, José Filippi, el dueño de la rotisería que lleva su apellido, volvió a sentir el golpe de la inseguridad que se vive en nuestra ciudad. Esta vez, le llevaron dinero en efectivo y varias botellas de bebidas alcohólicas. Para ingresar, él o los delincuentes rompieron un vidrio de una ventana ubicada sobre calle Larrea.

El negocio de comidas está ubicado en la intersección con calle Pellegrini, lleva varios años en el rubro, pero desde hace dos es blanco constante de los delincuentes.

“Rompieron el vidrio, se cortaron al entrar porque hay mucha sangre. La alarma sonó, pero nadie aparentemente avisó nada. Roban rápido todo lo que encuentran, entre que nos avisa la alarma y venimos para acá tienen un tiempo estimado para llevarse cosas”, analizó el comerciante.

Filippi aseguró que hace 15 días sufrió el mismo robo, que debió cambiar dos vidrios que nuevamente les rompieron: “Estaban fresquitos estos vidrios, recién puestos y los tengo que cambiar nuevamente”, dijo.

Filippi ya no piensa en medidas de seguridad, sino en lo peor: cerrar su negocio: “En dos años me robaron más de diez veces, pienso en cerrar directamente. Me vienen robando de todas las formas posibles. Estoy cansado de tener que trabajar todo el día, con la situación económica actual y encima por la noche tenés que estar pensando que te llevan lo que hacés”, reflexionó con desánimo.

“No creo que mejore la situación, algún día los voy a esperar una noche acá. No se puede vivir así, ni trabajar ni vivir tranquilo”, cerró.