Roberto Acuña (28), pivot de Quimsa de Santiago del Estero y residente en nuestra ciudad, cumplió el sueño que anhelaba desde muy chico: tener una Dodge Polara. El jugador de básquet, que disputó las eliminatorias el Mundial de China y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con la Selección Argentina, combina su pasión por la "naranja" y por los "fierros".

"El básquet es una pasión desde chiquito, es un orgullo estar donde estoy hoy, y la pasión por los fierros comenzó también de chico por medio de un amigo de mi papá. Él me empezó a llevar a las carreras cuando yo tenía 6 o 7 años, me llevaba en un Torino y él era hincha de Torino. Pero yo vi la Dodge y me enamoré, siempre soñé con tener una coupé y un día se lo dije a mi papá. Se presentó la oportunidad y lo logré", contó el jugador.

"La compré así como está, pero tengo varias cosas para mejorarla: el aire original, la radio original, varias cosas que fui comprando para ponerle. La disfruto, para mí es una pasión todos los domingos ver las carreras, es como una religión en casa o estando donde sea, nos llamamos por teléfono y con mi familia hablamos siempre de eso. Yo soy hincha de Dodge, claro", indicó en una charla con El Periódico.

"Es algo lindo, un cable a tierra, lo puedo disfrutar, lo puedo hacer y trato de disfrutarla al máximo. Voy a todos lados con ella", explicó.

El Polara de Acuña

Un día muy especial

No es nada fácil encontrar una coupé Polara. Una Polara que esté en condiciones, que no tenga demasiados detalles porque son autos que tienen casi 50 años de calle. Acuña explicó que la encontró en Chaco y que no lo dudó. "Coordiné con un muchacho de Chaco, yo estaba en Santiago y me lo trajeron al otro día. Fue todo muy rápido, lo llamé a mi viejo para contarle, esa noche no dormí de la ansiedad. Fue un día muy lindo y le habré sacado 100 fotos en una hora. Después era esperar que salgan los papeles. La tuve una semana y media en la cochera, era todos los días salir de entrenar para darle arranque y acelerarla un poquito", contó entre risas.

"Es una Dodge Polara modelo 1973, motor 6 cilindros Slam Six, es lo más parecida a la Dodge americana, por eso llama mucho la atención. Nos estamos conociendo, tiene sus mañas, le sigo haciendo algunas cosas, detalles para ponerla lo más original posible", afirmó Acuña.

El Polara de Acuña

Del mismo palo

"Un amigo que tenía una Dodge, que también me ayudó a encontrarla, me agregó a un grupo de whatsapp donde compartimos todo de Dodge, algunos tienen cosas para vender o consultas y nos ayudamos, somos 150 personas de todo el país. A mí, que me toca viajar por la Liga Nacional, lo aproveché para conseguir algunas cosas: el aire original lo conseguí cuando fuimos a jugar con Ferro en Buenos Aires, por ejemplo", explicó.

Tampoco falta la reunión y el asado. "Fuimos a jugar a Comodoro Rivadavia con el club y pedí permiso para salir a reunirme con amigos de Dodge de ahí, en San Francisco también hay algunos, en Rafaela, Santa Fe. Ahora hemos organizado un asado y juntada para compartir, no se habla mas que de Dodge. Está bueno porque uno comparte y aprende, porque buscamos qué cosas hacerles y cómo conseguirlas. Yo trato de buscar cosas para ponerla bien original y el hecho de poder hacerlo uno, ensuciarse un poco, es gratificante", destacó.

El único auto

"Tenía otro auto pero lo tengo en venta porque me quedo con este, el próximo equipo que me salga (o si continúo en Quimsa) la idea es ir y viajar con este auto, mi único auto. Es algo que siempre quise hacer. Ahora me vine desde Santiago del Estero, 550 kilómetros, fuimos parando, era la primera vez que la sacaba a la ruta, pero tuvo un comportamiento espectacular y no gastó tanta nafta, lo disfruté mucho. Además, tener un auto clásico llama la atención. paramos en la estación de servicio y la gente le sacaba fotos, te preguntan, te tocan bocina. Los camioneros generalmente son casi todos de Dodge, te tocan bocina en la ruta", añadió.

El Polara de Acuña