Bélgica derrotó 2-0 a Inglaterra en el partido por el tercer y cuarto puesto de la Copa del Mundo. En San Petersburgo, el conjunto que dirige Roberto Martínez Montoliú se impuso con tantos de Thomas Meunier y Eden Hazard y se subió al podio, que espera mañana por Francia y Croacia para definirse.

El combinado belga cerró un muy buen certamen, que lo tuvo como una de sus atracciones principales y que pudo haberlo tenido en la final, de no ser por el gol de Samuel Umtiti de pelota parada que le dio el boleto a Francia.

Inglaterra por su parte también tiene motivos para irse feliz: Gareth Southgate devolvió a los británicos a los primeros planos del fútbol mundial tras varios años de decepciones. Es cierto, les queda el sabor amargo de la derrota contra Croacia, en tiempo de descuento, pero es innegable que el torneo dejó una proyección positiva para los ingleses.