El arquero Loris Karius fue el protagonista de una acción insólita durante la final de la Champions League que su equipo, el Liverpool, perdió 3-1 ante Real Madrid.

El alemán cometió un grosero error en la salida a los cinco minutos del segundo tiempo y Karim Benzema lo capitalizó para abrir el marcador en el partido que se disputa en el estadio Olímpico de Kiev, Ucrania. Y sobre el final, un disparo de Gareth Bale puso el 3-1 con otra gran ayuda del arquero alemán, sin dudas un gran jugador pero que hoy no estuvo en su mejor noche.

Al terminar el partido, lloró desconsoladamente y pidió perdón a los hinchas.

El gol del empate

El 2-1, golazo de Bale