El caso de Milagros Carballo, quien sufrió abusos sexuales de su padre cuando era una niña, fue quizás el más conocido en los últimos tiempos en nuestra ciudad y que tuvo mucha repercusión en el país. Su padre, Carlos Taborda, fue condenado a 16 años de cárcel, aunque por la edad recibió prisión domiciliaria.

Tras hacerse público en las últimas horas el caso de Guadalupe, Milagros contó a El Periódico cómo hacer pública su situación en 2016 la ayudó a superar el dolor.

“Decidí hacerlo público por dos cuestiones. La primera para sanar interiormente. Considero que escribir también sana, sacar lo que uno tiene adentro. Fue una cuestión interior”, relató.

“Y segundo, doy fe que leyendo y viendo que otras personas tomaron el impulso de denunciar ayuda a las que aún no lo pueden hacer, o que lo quieren hacer pero por determinadas cuestiones no lo hacen. Entonces, para que otras personas al leerme a mí tomen el mismo impulso que yo, que se den cuenta que a otras personas les pasó lo mismo, que no están solas ni son las únicas. La empatía hacia el otro ayuda a cada uno a sanar”, explicó.

Compartir experiencias

Milagros recordó también lo que ocurrió tras la concentración que ella organizó en la Plaza Cívica el 19 de noviembre de 2016, en el Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil. "Me acuerdo el día que hice la manifestación, ese día tenía mucha adrenalina, había escrito algo para leer y lo leí al frente de mucha gente. Después de ese día algunas personas me escribían y me contaban sus experiencias, personas que habían estado calladas y se animaron a hablar. ´Guada´ese día se animó a leer una carta que yo había escrito al frente de todos. Ese día nos conocimos entre algunas chicas que pasamos por lo mismo y compartimos experiencias. 

"Yo lo expresé y considero que es útil para sanar interiormente. Parace una palabra muy trillada, pero me refiero a tratar de perdonar, a volver a confiar, a volver a amar y amarnos, a volver a confiar en nosotros", concluyó.