Pedaleando vivo, el sanfrancisqueño Joaquín Rodríguez junto a la Fundación Rosas, convive con el virus del VIH, Desafío al Río Pinto, 

 

El objetivo de Rodríguez era demostrar que todas las personas que viven con el virus del SIDA pueden llevar una vida completamente normal e incluso someterse a la gran exigencia física que demandan actividades como, por ejemplo,  el Desafío al Río Pinto. En diálogo con El Períodico, Rodriguez dijo “La verdad que ayer corrimos una carrera muy linda, fría, mucho viento, bastante roto el camino, pero muy linda carrera. Me sentí muy bien, todo el entrenamiento dió sus frutos, porque si bien el tiempo oficial dió 4h31m, perdí casi 11 minutos ayudando a un chico de San Luis que había pinchado una goma y el tiempo rodando fueron 4h20 según pude medir, un tiempazo espectacular, en comparación con el año pasado que fueron 5h11m”, analizó el sanfrancisqueño.

“He mejorado muchísimo y la verdad que estoy muy satisfecho de haber podido terminar con la campaña, y estamos viendo que vamos hacer ahora con la Fundación. La verdad que feliz, que se pudo terminar, no tuve caídas, roturas, accidentes. No me pasó nada en toda la carera así que la verdad feliz porque siento que deje todo lo que tenía, ahí”, expresó Joaquín que este lunes volvió a su trabajo normalmente y sólo con los dolores tipicos de aquel que ha expuesto el cuerpo a una gran exigencia física.