Desde el lunes, el modelo 2016/2017 de San Isidro trabaja en la madera central del ”Severo Robledo” de calle Corrientes, en una pretemporada que pretende la puesta a punto física y basquetbolística del equipo de Julián Pagura. 

Pero esa pretemporada además tiene un objetivo que muchas veces subyace solapado y no se termina de apreciar hasta que la temporada ya ha transitado buena parte de su camino: la construcción y consolidación de un grupo de personas que tiene un objetivo en común. Ese ingrediente resulta vital a la hora de pensar en un equipo, sea el deporte que sea, y cualquiera sea el torneo que ese grupo dispute, que es capaz de alcanzar las metas más altas dentro de una competencia

Para los cinco nuevos jugadores de San Isidro para esta temporada (todavía falta llegar uno más) ese punto, el que va más de la mano de lo interpersonal y de los vínculos extra deportivos, resulta primordial. Cuando El Periódico les pregunta por las expectativas que cada uno tiene con respecto a su desenvolvimiento personal y al grupal, la consolidación de un grupo humano de calidad, antecede a todo lo otro.

Para los nuevos halcones, lograr esa cohesión dentro y fuera de la cancha aparece como la meta a alcanzar. La presión este año pasa más por ahí. Que las partes tengan un buen desempeño para potenciar el todo y que después el deporte y sus dinámicas, decidan lo demás. 

Santiago González

“Las expectativas lógicas de venir a un nuevo lugar, una nueva ciudad, nueva gente. Me han tratado de forma espectacular, me han hecho sentir muy cómodo y la verdad que las expectativas deportivas como todo equipo de TNA es empezar la competencia cuanto antes, porque la ansiedad te mata. Estamos en una etapa de conocimiento, que es buena. Hace falta conocernos en el día a día, es una etapa de consolidación. Nos tenemos que consolidar como equipo, lo más difícil es eso, desplazar cuestiones individuales para potenciar el objetivo global”.

Martín Müller

 “Las expectativas son las mejores cada vez que arranca la pretemporada. Se renuevan las ilusiones y el jugador siempre está anhelando tener un año con logros personales, grupales. Este año para mí tiene un condimento extra porque vuelvo a estar acá, vuelvo a mi casa y entonces la verdad que las ganas de hacer un buen papel y que el equipo tenga protagonismo dentro del torneo son muy altas, así que eso me lleva a estar con ansiedad, con ganas de trabajar, y que el equipo sea el mejor posible. Si no construís un equipo en un torneo que dura un año es imposible lograr objetivos altos, la química de grupo va a la par de las virtudes de los jugadores. Sé que esa química va a ser buena por el material humano que hay, eso va ayudar y después ni hablar que tenemos juegos por todas las líneas y Julián buscará potenciar eso. Y desde nosotros tratar de dar todo por el grupo, superar las individualidades, y explotar durante la temporada los buenos momentos que tengamos.

Mauricio Corzo

“Siempre es mejorar en el juego, tratar de tomar protagonismo, y grupalmente tratar de hacer la mejor temporada posible. Vamos a trabajar duro, y después la temporada dirá”.

 Juan Kelly

“El objetivo personal es tratar de dar lo que el entrenador quiere, por lo que me contrató. Aportar experiencia y tratar de contagiar eso al grupo, que sea un buen grupo, eso es fundamental, y grupalmente lo que se tenga que dar, trabajar, dar lo máximo y cando termine la temporada poder estar tranquilos que nos ayudamos para poder dar lo máximo”.

Sebastián Acevedo

“Desde lo individual es hacer lo que el entrenador pida para poder ayudar al equipo. Cuando arranca una nueva temporada siempre se ponen objetivos personales, pero va cambiando cuando aceptás tu rol en el equipo. En lo grupal, aprovechar esta pretemporada para armar un buen grupo humano que para mí eso es la parte fundamental para un temporada larga.

Sobre el objetivo general y la lucha por el ascenso a la Liga

El objetivo de este año no es salir campeón, no es ascender. Lo ha dicho la dirigencia, el entrenador y también los jugadores. Pero la calidad deportiva de los que han llegado deja un espacio para la ilusión, para pensar que esa meta que siempre está presente es posible en mayo del 2017. 

Acevedo toma la idea con mesura y san salirse del libreto: “Es difícil ser candidato en este torneo. Creo que todos los del equipo hemos aprendido a no presionarnos, nosotros estamos tranquilos y nos tenemos que preparar bien y si se da bien, mejor”.

Por su parte, Kelly entiende que "todos los jugadores del TNA quieren lo máximo. No creo que ninguno arranque la pretemporada pensando: bueno, vamos a salir cuartos. No. Pero lo que está bueno es no ponernos esa presión de entrada, el rol del candidato. Sabemos que tenemos buen plantel y apuntamos a hacerlo de la mejor manera posible, es una frase trillada decir paso a paso, pero es real".