Nicolás Adolfo Rivero (56), el hombre que junto a su hijo sufrió un grave accidente en el acceso norte al Parque Industrial de San Francisco, al no poder esquivar una isleta divisoria, continúa internado en estado delicado en la Clínica Enrique Carrá.

Tras aquel fuerte siniestro, ocurrido el viernes 18 de junio, el hombre tuvo dos cirugías por las lesiones que sufrió en su columna cervical. Además, el último viernes, presentó complicaciones pulmonares y tuvo que ser derivado a terapia intensiva. Este lunes le practicaron una traqueotomía y su condición mejoró levemente, ya que puede respirar por sus medios y se encuentra consciente.  

Su hijo, Brahim Rivero (23), que iba de acompañante aquella noche, continúa en San Francisco esperando la evolución de su padre, aunque no está solo ya que con el correr de los días pudo arribar a nuestra ciudad su mamá y esposa de Nicolás, Norma Carballo, y dos hermanos del hombre, Eustaquio y Luis Rivero, ambos procedentes de Buenos Aires.

En una de las visitas diarias al centro de salud, El Periódico pudo dialogar con la familia de Rivero, que pidió una cadena de oración para que la salud del hombre siga mejorando.

“Según los doctores él no va a volver a caminar por una estupidez de Vialidad Nacional, por no hacer bien la cosas-se quejó Norma-. Espero que desde ahora se haga algo porque esto nos destruyó la familia”.

La mujer reveló que por su trabajo, Nicolás Rivero llevaban más de 25 años viajando y que conoce todas las rutas del país. “Pero en esa zona no había señalización y era nueva la isleta. Esto nos cambia toda la vida. Él es un hombre laburador, de familia, buen padre que estaba pensando en volver a casa simplemente”, agregó Norma con lágrimas.

Obteniendo datos...

Diagnóstico desalentador

Según la familia, el primer diagnóstico tras las cirugías al hombre fue “que quedaría cuadripléjico, pero nosotros tenemos la fe y pedimos oración para que él salga adelante, que recen que va a ocurrir un milagro, creemos que va a salir”, aseguraron.

En este sentido, su Brahim agregó: “Una vez que esté mejor de su cirugía lo vamos a llevar a Córdoba para hacerle estudios y rehabilitaciones”.

El joven recordó luego el momento del violento accidente: “Iba manejando feliz, estábamos calculando que a la mañana íbamos a estar en nuestra casa- en la localidad correntina de Ituzaingó-, pero nos encontramos con el lugar muy oscuro, no había señalizaciones, unos postes de luz que alumbraban a duras penas y no vio la isla divisoria, se la llevó de imprevisto, comenzó a volantear, nos estábamos por ir contra de los árboles, volanteó y terminó volcando. Él se llevó la peor parte, se abolló el techo y le rompió los huesos de sus vértebras”.

El joven fue el que pudo salir de la camioneta y sacar a su padre atrapado entre los hierros retorcidos. “Me pidió por favor que lo ayude que no se podía mover, se estaba asfixiando y me dijo que no sentía los brazos ni sus piernas”, recordó.

Pese al diagnóstico todavía delicado del hombre, la familia no pierde la fe: “Él tiene una fuerza y una voluntad muy grande, está luchando para vivir, es un león y va a salir”, dijo su esposa Norma.

A su vez, la mujer como su hijo agradecieron a la firma Newen Ingeniería, cuyos propietarios están abonando el hospedaje de la familia en un hotel de nuestra ciudad.

Y por último, casi a modo de súplica pidieron “a Vialidad Nacional o a quien corresponda que hagan algo con ese lugar, que pongan las señales que tienen que ir y mejoren toda la iluminación para evitar otra tragedia”, cerraron.

"Esto nos destruyó", dijo la familia del hombre accidentado frente al Parque Industrial