“Los bandidos rurales siempre fueron difíciles de atrapar, pero en esta ocasión no son dos ladrones sueltos que se faenan uno o dos animales, son bandas organizadas que no tienen freno”. La frase corresponde a un productor rural de San Francisco víctima de un cuantioso robo en su campo hace diez días atrás.

La inseguridad en la zona rural crece en los mismos niveles que en la ciudad. En los últimos meses fueron muchos los episodios delictivos donde ladrones se llevaron decenas de cabezas de ganados de establecimientos agrícolas de la zona.

Si bien es habitual el robo o faenamiento de uno o dos animales, lo que se viene registrando ahora son ataques millonarios de bandas organizadas y con infraestructura como para hacer desaparecer en pocas horas más de 50 cabezas de ganado o 30 mil kilos de soja.

Casos

Una familia de Colonia Iturraspe denunció recientemente el robo de más de 60 cabezas de ganado. Dos hermanos de San Francisco también fueron víctimas de abigeato: les robaron ocho cabezas de ganado en el mes de mayo en un campo en la misma zona rural. Con mucha desazón, los productores manifestaron que prácticamente dan por perdidos a estos animales dado que en la mayoría de los casos no hay resolución en el marco de la investigación.

Otro de los robos lo sufrió un productor agropecuario de Clucellas, en jurisdicción santafesina, a quien le sustrajeron más de 30 mil kilos de soja. Bajo la misma modalidad que con los animales, los malvivientes llegan en grandes vehículos, cargan los granos y escapan con total impunidad.

A estos atracos hay que sumarles los ocurridos a inicios de este 2021. En marzo pasado, en la localidad de Elisa, departamento Las Colonias de Santa Fe, una banda se llevó un botín de 159 novillos que ya estaban preparados para faenar. En ese caso, el productor, junto a su hijo, lograron rastrear y recuperar 112 de los animales robados; dos murieron y 45 siguen sin aparecer.

Preocupación 

El presidente de la Sociedad Rural de San Francisco, Javier Casineri, manifestó que la situación de inseguridad es preocupante: “El faenamiento de animales, hurto en grandes cantidades, robo de soja y el daño en los silobolsas es alarmante”, dijo.

“La falta de seguridad en toda la zona rural es lo que nos preocupa. Siempre desde la entidad se sabe que somos parte de la seguridad rural y se trata de apoyar a los productores, pero durante la pandemia no hubo un impulso para avanzar con más reuniones y tratar estos temas”, cuestionó y aclaró que la policía “no cuenta con los recursos necesarios para poder dar mayor seguridad”.

Abigeato millonario 

José Boasso tiene su establecimiento rural en Colonia Iturraspe y fue blanco de un millonario robo semanas atrás cuando violentaron las tranqueras de entrada y se llevaron aproximadamente 63 cabezas de ganado, la mayoría pequeños.

“Cuando llegamos a la mañana siguiente vimos las tranqueras cortadas y huellas de camiones o camionetas con carros. Esas pruebas las tienen que tener los investigadores porque hicimos la denuncia. Tiene que haber una logística bastante importante para cometer este tipo de robos”, analizó.

“Estimamos que lo robado ronda los 2,5 millones de pesos. Es la producción de dos o tres años trabajo”, remarcó.

Reclamo de mayor seguridad

Los productores rurales sostienen estar indefensos y sin respuestas por parte de las fuerzas de seguridad y la Justicia. “En toda esta región se dieron muchísimos robos y la mayoría sin esclarecerse”, manifestó Boasso.

“Hay ideas de organizar reuniones para buscar más seguridad para autodefendernos, pero el que nos tiene que dar soluciones es el Estado. Nosotros no estamos preparados para organizar seguridad, sino para producir”, sostuvo.

Varios ataques a silobolsas 

En lo que va del año son más de 50 los ataques a silobolsas que se registraron, aseguran los productores rurales, un acto repudiable que solo busca causar daño, dado que en la mayoría de los casos no hay robos.

Bandidos rurales: no hay freno para los robos millonarios de animales y ataques a silobolsas en la región

La semana pasada, un campo ubicado a 1 kilómetro de Castelar, departamento San Martín de Santa Fe, fue blanco de un ataque de este tipo. La familia damnificada es de la localidad de Esmeralda, pero tiene el campo a pocos kilómetros de Frontera donde les rompieron dos silos bolsas que contenían cerca de 400 toneladas de soja.

“Un vecino le avisó a mi hermano que nos abrieron de punta a punta los dos silos bolsas el viernes a la noche. Por eso fuimos y lo corroboramos”, comentó el productor que prefirió no dar su identidad para cuidar a su familia. “No nos quedó otra que ponernos a juntar toda la soja gracias a productores amigos que nos prestaron acoplados”, agregó.