Sportivo Belgrano tuvo un buen arranque en el torneo Federal A. No solo porque los resultados lo acompañan, sino también porque el proceso de darle protagonismo a los juveniles, con una idea de juego ambiciosa, se ve reflejada en cada encuentro.

El pasado domingo los goleadores fueron sanfrancisqueños, dos jóvenes que supieron ver al equipo desde la tribuna, soñaron con jugar en la primera y un día ese sueño se hizo realidad. Lucas Peludé es uno de ellos, quien anotó su primer gol con la camiseta de la “verde”.

El mediocampista de 18 años surgió de Deportivo Oeste, llegó a las formativas de Sportivo Belgrano y tuvo un paso por las inferiores de Gimnasia de La Plata. Volvió en 2018 y sufrió el duro golpe de la pérdida física de su papá. Por eso, la emoción después de su gol, ya que recordó con ternura el apoyo de su ‘viejo’ y de toda su familia para llegar al lugar que hoy le toca ocupar.

“Me dejaron libre y volví a Sportivo, con lo que pasó con mi papa son momentos duros y decidí quedarme. Acá estoy contento con la familia y mis abuelos. Cuando estuve en Gimnasia aprendí mucho, a convivir y cosas básicas de la vida como lavarme la ropa, vivir solo lejos de casa. Estoy muy agradecido a Gimnasia porque nunca me dejó faltar nada. Ahí jugué en inferiores de AFA y en la Liga, jugué de enganche y el segundo año de interno por izquierda”, contó el joven jugador.

Lucas es sobrino de Jaime Peludé, jugador de la “verde” en los años 80 y también es nieto del recordado José Antonio Peludé, también exjugador de Sportivo y que en la actualidad una Agrupación de Veteranos de la ciudad lleva su nombre.

El joven jugador contó que su anhelo es poder ascender con el club de sus amores porque el otro sueño que tenía ya lo cumplió, y con creces: jugar junto a su ídolo Juan Pablo Francia.

“Yo espero seguir sumando minutos y seguir sumando de a tres, la emoción que sentí fue por mi papá, me acordé de él”, dijo Peludé.

Lucas Peludé, el pibe que cumplió el sueño de jugar con su ídolo

Una revancha

Peludé debutó el 9 de diciembre del 2020 ante Defensores de Belgrano de Villa Ramallo. Ingresó en el segundo tiempo y a los pocos minutos el árbitro quiso frenar la tensión del partido y pagó el pibe, porque se fue expulsado por una supuesta agresión que no cometió.

Quedó masticando bronca. Todo Sportivo sintió la injusticia y por eso el pasado domingo las redes se llenaron de mensajes de apoyo, aliento y felicitaciones por el gol convertido.

“Fue un momento de mucha bronca porque no hice nada y me expulsaron, pero había que seguir, cuando cumplí la fecha no me tocó estar, pero seguí entrenado y por suerte con Villa Mitre pude entrar unos minutos”, explicó.

Era cuestión de tiempo. El sacrificio y la entrega estaba, había empezado a sumar minutos y un día el gol llegó. “Estaba preparado para entrar, me siento respaldado y me queda esperar el momento, tranquilo. Fue un partido duro, sentía que no podía agarrar la pelota y por suerte se me dio. Habíamos hecho definición en los entrenamientos, cuando se me acerca el defensor lo veo y espero un tiempito más para que la pelota pese por el medio porque si no me la iban a tapar, por suerte entró”, señaló.

Y agregó: “Estoy muy agradecido con el grupo, con los jugadores más grandes tengo una relación muy buena, tenemos un hermoso grupo. Me dan consejos y me ayudan y estoy muy contento por eso”.

¿Tu referente como jugador? “Juampi, ni hablar. Es muy difícil imitar la pegada que tiene. Una pegada única”, dijo Lucas.

Lucas Peludé, el pibe que cumplió el sueño de jugar con su ídolo

“Yo lo veía de atrás del alambrado”

Peludé explicó que su referente, su ídolo, es nada menos que su compañero Juan Pablo Francia. Pero claro, es que él era apenas un niño cuando lo vio volver a Sportivo Belgrano y un adolescente cuando lo vio ascender a la B Nacional.

“Cuando ascendimos estuve en la cancha, atrás del arco del gol, fue tremendo, una emoción terrible. Iba con mi papá siempre. Era muy lindo porque llegaba el día y tenía unas ganas bárbaras de ir. Como siempre digo, yo al Juampi lo veía desde afuera, para mí es un orgullo porque es mi ídolo de toda la vida y antes lo veía de atrás del alambrado y ahora estar con él es sueño”, relató.