Llegó el frío y en muchas casas ya comenzaron a encenderse los artefactos para calefaccionar los espacios. Por ello, desde Bomberos Voluntarios brindaron una serie de recomendaciones para evitar incendios e intoxicaciones con monóxido de carbono.

El suboficial principal B. V. Ariel Ronconi brindó recomendaciones, especialmente, a quienes utilizan artefactos a gas natural. “Recomendamos que todo lo que se usa para calefaccionar sea controlado por personal idóneo, matriculado. Que hagan el control de las llamas de la combustión, que sean celestes, que significa que está quemando bien”, indicó.

En ese sentido, también recomendó prestarles atención a las chimeneas: “Hay que controlar que las chimeneas y las salidas al exterior estén destapadas. Muchas veces cuando pasan mucho tiempo sin usarse, los animales, principalmente los pájaros, saben hacer nidos. Es importante que se haga el mantenimiento antes de comenzar a usar los artefactos de calefacción, por eso es bueno asesorarse, tratar de conseguir un plomero matriculado o alguien idóneo para que controle y verifique este tema y evitar una mala combustión y que se produzca el monóxido de carbono. Lamentablemente todos los años en Argentina tenemos noticias de personas que mueren por esta causa”.

Con los artefactos en buenas condiciones, también llamó a atender la ventilación en los espacios. Todas las viviendas que tienen gas natural, por normativa tienen ventilaciones obligatorias. Es importante que esas ventilaciones estén abiertas. Muchas veces pasa, por ejemplo en edificios en altura, que hay viento y molesta el ingreso de aire por esas rejillas. Pero hay que entender que son de vital importancia. Son necesarias para que se genere esa renovación de aire”, dijo Ronconi.

Incendios

Por otra parte, el suboficial dio recomendaciones para evitar incendios: “Siempre que llega la época de renegar con el secado de la ropa, hay que tener cuidado con la colocación de tendederos cerca de los calefactores. Son cosas que pasan, lamentablemente suelen llamarnos por intervenciones en incendios que suceden porque se caen, así que es otro punto a tener en cuenta”, aseguró.


¿Qué es el monóxido de carbono?

El monóxido de carbono es un gas muy tóxico para las personas y los animales.

Ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. Reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega. La falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón.

Puede provocar intoxicaciones graves, incluso la muerte.

Se lo llama “asesino invisible” porque no tiene olor, color, sabor ni irrita los ojos ni la nariz.

Las intoxicaciones con monóxido de carbono son más frecuentes en épocas frías, porque aumenta el uso de todo tipo de calefactores y porque suelen cerrarse las puertas y ventanas impidiendo la llegada de aire fresco, y también la salida de los gases tóxicos que se acumulan en el interior de las viviendas (deficiente presencia de oxígeno).

¿Cómo se produce la intoxicación por monóxido de carbono?

El monóxido de carbono se produce por la combustión incompleta de cualquier material que contenga carbono: gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera, plásticos, etc.; en un ambiente con una concentración de oxígeno escasa o insuficiente.

Cualquier artefacto que utilice material combustible (gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera, plásticos) puede producir monóxido de carbono cuando se quema en forma incompleta.

¿Cuáles son sus síntomas?

Se debe sospechar una intoxicación con monóxido de carbono cuando una o varias personas al mismo tiempo, que estuvieron en un ambiente cerrado, presentan dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, cansancio, náuseas/vómitos, pérdida del conocimiento y/o convulsiones, palpitaciones, dolor de pecho o paro cardiorrespiratorio.

Muchas intoxicaciones por monóxido de carbono parecen intoxicaciones alimentarias, gripes o accidentes cerebrovasculares. En niños pequeños puede simular un cuadro meníngeo por la irritabilidad, llanto continuo y rechazo del alimento.