Con una segunda ola de Covid-19 más virulenta y con un alto crecimiento de contagios, las fiestas clandestinas y la falta de responsabilidad de algunos sectores de la comunidad preocupan y alertan a las autoridades municipales y sanitarias. Durante este fin de semana se desarticularon eventos clandestinos con un importante número de personas y otras 20 reuniones sociales no autorizadas en distintos barrios de San Francisco.

“Fue un fin de semana complicado”, sostuvo al respecto el secretario de Gobierno, Damián Bernarte, sobre las diversas actuaciones que debieron realizar los inspectores de Espectáculos Públicos y de Policía Municipal.  A su vez, el funcionario adelantó que de continuar esta situación que complica el panorama sanitario podrían restringirse actividades o nuevos horarios de circulación.

“Veníamos intuyendo que al cerrar los locales gastronómicos más temprano podía llegar a disparar la organización de fiestas clandestinas. Esto por dos semanas fue menos notable, un fin de semana entendemos por factor climático y teníamos la esperanza de que la gente reaccionara ante un momento muy crítico, quizás el peor desde que empezó la pandemia, en cuanto a la cantidad de personas enfermas, aisladas e internadas”, expresó Bernarte.

Según el secretario de Gobierno, las fiestas clandestinas reaparecieron en dos modalidades distintas: “En fiestas de más de 50 personas en domicilios particulares que es una situación gravísima y en más de 20 pequeñas reuniones detectadas el fin de semana, con menos de 10 personas congregadas, pero que no están permitidas”, apuntó.

Las estimaciones que realizaron desde Gobierno es que entre los eventos más grandes y los pequeños, sumaron más de 300 personas que fueron detectadas en reuniones sociales no autorizadas: “Más aquellas que no fueron detectadas implica que hay un número importante de personas que reuniéndose de esta manera en viviendas, donde no hay medidas de seguridad, ni adecuada ventilación, donde no se guarda el distanciamiento ni se usan barbijos, generan las condiciones para que el virus se sigan trasmitiendo, en un contexto sanitario muy complicado”.

Lugares que se reiteran

Bernarte subrayó que varios de los lugares donde se desarticularon eventos ya habían sido advertidos en anteriores oportunidades por realizar reuniones prohibidas. “Es decir la reiteración de conductas no permitidas y en donde las edades de la gente es de un rango que va desde los 22 a los 30 años, personas más grandes donde la cuestión de consciencia colectiva debería ser mayor”, dijo.  

Por todo esto es que tanto a nivel provincial como municipal se baraja la idea de avanzar con restricciones en actividades u horarios. “La idea del intendente Ignacio García Aresca siempre fue tratar de recuperar la mayor cantidad de actividades en funcionamiento y hemos dado muestras de ello. La verdad que a nosotros no nos gusta hablar de restricciones, lo cierto es que hay un límite que tiene el sistema de salud y que llega un momento que no es más flexible la posibilidad de atención. En el mundo lo que está probado es que para bajar la cantidad de casos se debe restringir la circulación aún en contra de la idea y la voluntad que tiene el municipio”, admitió Bernarte.

Y cerró: “Este momento es extremadamente peligroso realizar eventos como los detectados el fin de semana y tenemos que pensar que si las cosas siguen así probablemente se restrinjan actividades o nuevos horarios que regulen nuestra forma de vivir”.

Las fiestas detectadas

Durante la madrugada del domingo, inspectores municipales y personal policial debieron intervenir ante la realización de dos fiestas clandestinas de magnitud en la ciudad, según detallaron fuentes policiales.

A partir de denuncias telefónicas al número de teléfono 103, uniformados se hicieron presentes en primero en calle Emilio Pettoruti al 3800, barrio General Savio, donde se encontraban reunidas más de 50 personas mayores de edad. Esto ocurrió alrededor de las 3.40.

Minutos más tarde, a las 4.30, se hizo lo propio en un domicilio de Los Manzanos al 1800, en el Loteo “Manantiales”, donde se encontraban reunidas más de 80 personas, también mayores de edad.

Por otro lado, también debieron concurrir a viviendas en distintos barrios de la ciudad donde se realizaron procedimientos por reuniones sociales no autorizadas, aunque con menor cantidad de personas.

El sábado, cabe recordar, se desarticularon tres fiestas clandestinas con más de 180 personas presentes y se desalojaron más de 25 reuniones sociales en domicilios particulares. También se clausuró un gimnasio local por un evento no autorizado de vóley.