Robos, asesinatos a sangre fría, la década del '70 y el magnetismo del sudeste de Asia conforman un cóctel explosivo que se condensa en “La Serpiente”, la miniserie que es furor en Netflix.

La producción de 8 capítulos de una hora de la BBC y del gigante del streaming recrea la historia criminal de Charles Sobhraj, un estafador y asesino en serie que azotó a muchísimos jóvenes en "la ruta Hippie". 

A continuación, cinco motivos para adentrarte en esta historia:  

La historia y los hechos reales detrás

Previo a cada capítulo, un cartel advierte que la producción está inspirada en hechos reales. Lo cierto es que se basan la historia de Sobrajh (Tahar Rahim), quien engatusaba a viajeros entusiastas, se hacía pasar por vendedor de gemas, les robaba y hasta los mataba para quedarse con sus pasaportes y sus cosas.

La miniserie muestra al también apodado "asesino de Bikini" escabullirse de la Justicia y esquivar los dardos de un obstinado y algo inocente secretario de la embajada de Holanda, Herman Knippenberg (Billy Howle), quien en la vida real se puso el traje de detective y se enfrentó a las murallas de la burocracia para tratar de atrapar al delincuente escurridizo. 

El relato también muestra cómo una joven canadiense, Marie-Andrée Leclerc (Jenna Coleman), cae bajo el hechizo de amor de este criminal y se convierte de a poco en su cómplice.

El protagonista

El actor francés de ascendencia argelina Tahar Rahim se pone en la piel de un personaje siniestro y oscuro, que engañaba a sus víctimas con gestos calmos y una impostada generosidad. Como un virus, infestaba de toxicidad a todo lo que estaba alrededor.

Con lujos y una inteligencia descomunal, a Sobrajh le daba placer encontrarse buscado y engañar a los más importantes funcionarios y policías de distintas naciones.

Fotografía y estética

La miniserie es un tour por los paisajes más espectaculares y la mística del sudeste asiático. Principalmente por Bangkok, la capital de Tailandia, punto central donde se desarrolla el conflicto, que luego trasciende naciones. India y Nepal son otras de las zonas alucinantes por donde viaja "La Serpiente".

La ambientación y la estética setentista está muy bien lograda, con transiciones entre filmaciones que simulan lo retro y el paisaje real. El vestuario, en tanto, es otro punto fuerte, con looks y colores estridentes, característicos de la época.

5 razones para no perderse "La Serpiente" en Netflix

Suspenso en escala

La obsesión de Knippenberg y de quienes quieren atraparlo se vuelve una carrera frenética contra el criminal, que se escapa como un reptil.

Eso lleva a puntos de máxima tensión en la pantalla, sin tener que recurrir al cliffhanger, que implica dejar los capítulos en una situación final extrema.

La combinación de idiomas

Los personajes dialogan en distintas situaciones según la lengua que más les conviene, lo que permite disfrutar el paso de un refinado francés, diálogos en inglés y el "cantito" del tailandés, entre una multiplicidad de lenguas.