Con la segunda ola de coronavirus ya cayendo entre nosotros, el aumento de casos en la ciudad y la región hizo que las autoridades de la Sociedad de Bomberos Voluntarios decidieran suspender los espectáculos con Ulises Bueno y La Konga, previstos para los próximos días. Pese a que contaban con habilitación municipal, desde la entidad optaron por no correr riesgos que puedan agravar la situación sanitaria, sobre todo ante la dificultad de que los asistentes cumplieran el protocolo sanitario tal como pedían los bomberos. 

En un repaso rápido por comentarios en redes sociales se pueden leer críticas a todas luces injustas como que a Bomberos solo le interesa recaudar, que no le interesó cumplir un protocolo de seguridad o que son unos irresponsables que no piensan en la situación sanitaria. Antes de tanta opinión furibunda en redes se podría ver primero todo el trabajo que realizan los voluntarios en la comunidad. Tarea que no se sostiene con aplausos ni comentarios, sino principalmente gracias al aporte de socios y con el dinero que recaudan en eventos. Tampoco hay que olvidar que los espectáculos son también una fuente de trabajo para muchas personas.

Sin dudas que en el contexto actual de la pandemia fue una decisión correcta la de Bomberos. Pero hay que recordar que a los bailes no los organizan porque les guste la noche, sino para poder reunir fondos con los cuales encarar las inversiones necesarias para las tareas que realizan a diario. Desde salvar vidas en todo tipo de siniestros y apagar incendios, hasta rescatar un gatito que no puede bajar de un árbol o cortar anillos atascados en las manos de vecinos y vecinas. Cuando los llaman, los bomberos siempre están. Y para responder con la rapidez que lo hacen y con la capacitación que demuestran, tienen que contar con el equipamiento y la infraestructura necesaria. 

Si alguien piensa que los subsidios y fondos que recibe de la Nación, Provincia y Municipalidad son suficientes para que un cuartel con la cantidad de tareas como el de San Francisco pueda crecer y dar un mejor servicio a la comunidad, se equivoca por lejos. Por eso, los espectáculos son una unidad de negocio para reunir fondos, como también lo es la División Seguridad.

Pero hay que separar las cosas y claro está que esa necesidad económica no puede afrontarse a costa de un riesgo sanitario o de empañar el reconocimiento de una de las instituciones más queridas en la ciudad. Así lo entendieron y por eso la decisión fue acertada.

Los bailes con aglomeración de personas tienen un riesgo, como otros espectáculos y eventos que funcionaron en los últimos meses en la ciudad. Y como muchísimos que se hacen de forma privada en domicilios. Lamentablemente riesgo cero no existe ni siquiera en muchas de nuestras tareas cotidianas. Por eso en el caso de Bomberos hicieron hincapié en el cumplimiento de algunas medidas sanitarias, se organizaron mesas "burbujas", no se permitía bailar y había que usar barbijo cada vez que los asistentes se levantaran de sus lugares. Se vio que lamentablemente en alguno de los bailes no fue suficiente y algunas personas terminaron bailando cerca de algunas mesas, lo que generó una multa y un llamado de atención de sus autoridades para los próximos eventos. En otros lugares y boliches, como también en otras actividades, al protocolo se le prestó la misma atención que a las instrucciones del champú. 

También hay que recordar que en el comienzo de la pandemia los bomberos fueron los primeros que se ocuparon de desinfectar distintos espacios públicos, cuando todavía se sabía muy poco sobre la transmisión del virus. Y fueron bomberos del Departamento de Materiales Peligrosos quienes tuvieron la responsabilidad de intervenir en el manejo de cuerpos en casos de víctimas fatales por COVID en el interior de domicilios, para lo cual debieron capacitarse e invertir en un costoso equipamiento.

Las autoridades de Bomberos analizaron el riesgo en el actual contexto de la pandemia y decidieron no correrlo. Hicieron lo que tenían que hacer. Se puede no estar de acuerdo con la realización de los últimos espectáculos, por supuesto. Pero también hay que conocer la necesidad y ver el gran servicio que prestan de forma voluntaria. El problema de la pandemia de coronavirus no lo tiene solo Bomberos, sino todos. Ya conocemos las normas: barbijo, ventilar, distancia, higiene de manos y evitar reuniones, sobre todo en lugares sin ventilación. ¿Qué van a hacer los demás? ¿qué vamos a hacer nosotros para que no aumenten los casos, para cuidarnos y cuidar a nuestra familia, compañeros de trabajo o amigos?

Faustino Rizzi
Jefe de Redacción El Periódico