Sebastián Cuattromo vivió como víctima el drama del abuso sexual siendo un adolescente y hoy es uno de los referentes en nuestro país en la lucha ante los abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes con la fundación que encabeza: "Adultxs por los derechos de la infancia", la que impulsa junto a Silvia Piceda, su pareja. En 2012, luego de 20 años de dolor y de lucha, logró que su abusador rinda cuentas ante los estrados judiciales, donde fue condenado a 12 años de prisión

Con su lucha, Cuattromo también llegó a San Francisco en 2019 para participar de una jornada informativa sobre violencia de género y abusos sexuales, y conoce bien alguno de los casos ocurridos en nuestra ciudad.

Esta semana, el hombre dialogó con el medio Tiempo Argentino y lamentó el cuestionado fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de San Martín que absolvió al ex sacerdote Eduardo José por abusos sexuales y consideró que la Corte Suprema de Justicia de la Nación debe pronunciarse de manera urgente sobre la imprescriptibilidad de estos delitos.

“Este fallo es lamentable y se debe a que en nuestro país estamos aguardando que la Corte Suprema de Justicia de la Nación falle y resuelva el tema de la prescripción de este delito. Hay por lo menos entre cuatro y cinco causas en Capital Federal, en la justicia nacional ordinaria, que están esperando esta resolución”, señaló Cuattromo.

“La Corte debe echar por tierra la tan injusta e inaceptable prescripción de este delito”, expresó el presidente de la organización, y añadió que como colectivo no tienen dudas de que "la Corte va a tener que fallar sentando jurisprudencia acerca de la no prescripción de estos delitos en pos de los derechos de las víctimas a obtener reparación y justicia, poniendo fundamentalmente que la obligación del Estado es proteger a niños, niñas y adolescentes frente a este delito tal como lo manda la Convención Internacional de los Derechos del Niño”.

En esa línea, el especialista puntualizó que este tipo de fallos se dan porque el máximo tribunal del país no pone a la justicia en sintonía “con la denominada Ley Piazza (N° 26.705 de 2011) y con la Ley de respeto a los Tiempos de las Víctimas (N° 27.206 de 2015), que justamente son leyes que vinieron a dar cuenta de la enorme complejidad psicológica, emocional y subjetiva básica que tiene para cualquier niño, niña o adolescente víctima de abuso sexual el solo hecho de poder hablar de lo que se ha sufrido”.

“Ni hablar poder iniciar –insistió Cuattromo- un camino en búsqueda de reparación y de justicia por esos delitos. Recordemos que hace muy pocos años en nuestro país finalmente se declaró que este delito era de instancia pública, pero hasta la sanción de esta Ley era de instancia privada, es decir que las víctimas necesitaban que fueran sus adultos familiares por ejemplo quienes llevaran adelante estas denuncias, cuando buena parte de los abusos sexuales ocurren dentro del ámbito familiar”.

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El rol de la Iglesia

Como víctima y sobreviviente de abuso sexual en la infancia, Cuattromo destacó la importancia de “poder parar a tiempo a través de herramientas legales el contacto de estos personajes para proteger a la infancia, porque sabemos bien que cuando no existe una intervención el agresor o agresora sexual sigue atacando y suele haber muchas víctimas”.

En ese sentido, para Cuattromo el mensaje de la Iglesia no debería tener fisuras. Sin embargo, el presidente de Adultxs por los Derechos de la Infancia subrayó que a pocos días de cumplirse 8 años del papado de Francisco, "hay una ausencia total de cambios en la Iglesia Católica Argentina, en sus jerarquías y en sus sistemas de poder en relación con el abuso sexual contra la infancia y en relación con las víctimas de este delito”.

“Nunca se pronunciaron públicamente acerca de este delito, ni le pidieron perdón a quienes hemos sido víctima en Argentina de abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica”, concluyó Cuattromo.