Durante enero pasado se duplicaron las llamadas al teléfono de la organización Socorro Rosa San Francisco - Las Rivas –en comparación con el mismo mes, pero hace un año-  dedicada al acompañamiento de mujeres en su decisión de interrumpir un embarazo.

Pese a que la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) ya es ley -fue aprobada en el Senado el 30 de diciembre pasado-, las socorristas siguen siendo el primer eslabón de la cadena, aquellas personas de confianza para que una mujer gestante inicie este proceso de salud.

Datos aportados a El Periódico por la ‘pata’ local de esta organización nacional muestran que durante el primer mes del año se recibieron 57 llamadas con el fin de acompañamiento, de las cuales 25 correspondieron a nuestra ciudad y parte de la región. En tanto que, 32 de ellas pertenecieron a Río Cuarto y su zona de influencia. Según apuntaron, esta cifra duplica a las llamadas recibidas en enero del 2020.

Actualmente es el Hospital Iturraspe el centro de salud local donde se realizan las IVE y en lo que va del año, pudo saber este medio, ya se indicaron varias a través de procedimientos farmacológicos mediante Misoprostol. En casi todos los casos se hizo con la prescripción de este medicamento hacia la usuaria que lo terminó llevando adelante de manera ambulatoria. Muchas de las mujeres, cabe aclarar, llegaron al hospital a través del Socorro Rosa.

Carla Ghisolfi, integrante de la organización y además miembro de la ‘Red de profesionales por el derecho a decidir’, indicó que ahora las mujeres “llegan más tranquilas y sin miedo a la estigmatización”, tras la aprobación de la ley.

Sobredemanda y necesidad de capacitar

Ghisolfi, quien integra en nuestra ciudad “la Red” junto a la médica generalista Malvina Methyaz y la enfermera Verónica Bessone, remarcó la importancia que tendrán los planes de capacitación que se están armando desde la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva y que pronto bajarán a los efectores de la salud: “La tendencia es capacitar y sensibilizar porque muchos profesionales no están informados, tienen aún desconocimiento y entonces ante el miedo o el estigma, sobre todo en lugares más pequeños, deciden declararse objetores de conciencia. Además, muchos profesionales de la salud cuando hicieron su carrera de grado no tuvieron esta formación”, dijo.

Aborto en San Francisco: se duplicaron los llamados para acompañamiento en enero

La trabajadora social resaltó que las capacitaciones “son fundamentales porque actualmente quienes garantizamos (el derecho a la interrupción del embarazo) estamos sobre demandados. Esto pasa en toda la Argentina y empieza a ser un problema tras la implementación de la ley”.

En este sentido, la entrevistada reconoció que los profesionales de la Red mantienen diálogo frecuente con funcionarios del Ministerio de la Salud de Córdoba y también con Valeria Isla, directora nacional de Salud Sexual y Reproductiva.


Sector privado: médicos objetores en su mayoría

La implementación de la ley en la provincia de Córdoba tuvo su trago amargo durante la primera semana de vigencia, cuando el Hospital Privado de Córdoba hizo una publicación a favor de la objeción de conciencia institucional, que no está contemplada en la norma aprobada. En ese sentido, se indicó que derivarán a las mujeres que soliciten un aborto.

Consultados los directores de las clínicas y sanatorios privados de San Francisco, todavía no tienen definiciones sobre cómo actuarán en caso que llegue alguna solicitud de parte de alguien que se someta a la IVE. No obstante, existe un panorama ya que varios profesionales que cumplen tareas en estos centros privados se declaran objetores de conciencia, por lo que se oponen a realizar un aborto bajo la prescripción del Misoprostol o por vía quirúrgica.

Daniel Martelli, director médico del Sanatorio San Justo, manifestó a El Periódico que institucionalmente no son objetores de conciencia: “No tenemos inconvenientes en este sentido y tampoco hemos recibido consultas”.

Martelli sostuvo que son los profesionales quienes definir al respecto qué hacer: “La mayoría son objetores de conciencia y deben manifestarse como tales, algunos ya enviaron alguna nota, pero otros no”.

En el caso de la Clínica Regional del Este, este medio pudo saber que todos sus médicos son objetores de conciencia. De todos modos, ante la práctica de un aborto deben ocuparse del pre y del post quirúrgico, disponiendo la derivación hacia otro establecimiento médico.  

Por su parte, el director médico del Sanatorio Argentino, Federico Casermeiro, indicó que por el momento no tienen una postura institucional para informar: “No hemos avanzado, debemos juntarnos con todos los profesionales y de ahí tomar una postura. Después juntarnos con el resto de las clínicas para definir situaciones respecto al protocolo”, indicó ante la consulta de El Periódico. Asimismo, gran parte de sus médicos serían objetores de conciencia.

Desde la Clínica Enrique J. Carrá, se limitaron a decir que al momento no tienen una postura definida.

La objeción de conciencia, cabe aclarar, es la negativa a acatar órdenes o leyes o a realizar actos o servicios invocando motivos éticos o religiosos.


De Las Varillas a San Francisco

El Hospital Municipal de Las Varillas “Dr. Diego Montoya” no realiza prácticas de interrupción voluntaria del embarazo.

Desde el municipio indicaron que como los médicos del nosocomio son objetores de conciencia, “por ahora” derivan los casos a San Francisco y se hacen cargo de los gastos.