Gracias al proyecto “Cadena de favores” diferentes merenderos comunitarios de San Francisco, Frontera y barrio Acapulco de Josefina, pudieron continuar brindando alimentos en medio de la pandemia de coronavirus, en medio de la necesidad y el hambre en varios sectores de la comunidad.

La idea nació de tres amigas, Lola Salas, Gisela Orlandi y Lorena Galotto, pero hay una cuarta integrante que es Lorena Dietz, la repostera a cargo de hacer realidad las donaciones que reciben las mujeres y transformarlas en riquísimas tortas.

La difusión del proyecto permitió que el grupo pudiera elaborar más tortas con la idea de llegar a más merenderos y las mujeres van por más con tal de que “los niños no se queden sin su merienda”.

Siempre hay un lugar para la solidaridad

Lorena (39) se dedica a la repostería desde hace 12 años, vive de su emprendimiento y durante la pandemia también ayudó para que sus padres ya jubilados pudieran subsistir en medio de la cuarentena obligatoria. De todos modos, la mujer se hizo un lugar para la solidaridad y cuando las chicas de “Cadenas de favores” llegaron con la propuesta de hacer las tortas y pagarle, ella se negó rotundamente.

“Lola me habló en mayo del año pasado, querían que yo les cobre, les dije que no, que me trajeran la materia prima y yo elaboraba las tortas. Los lunes y martes son días un poco más tranquilos y le dije que arrancáramos e íbamos viendo cómo se daban la cosas”, contó la repostera a El Periódico.

Y la necesidad pudo más. Habían comenzado cocinando unas cinco tortas redondas y como veían que no alcanzaba para muchos decidieron comenzar a hacerlas en moldes más grandes de 40x40 centímetros.  Ya pudieron entregar hasta 10 bandejas de tortas y si las colaboraciones continúan, la intención es sumar otros merenderos.

Las manos detrás de las tortas solidarias

“Me gustó la idea de poder ayudar aunque sea en algo -insistió Lorena-, por ahí no puedo ir a los merenderos porque no me da el tiempo y las chicas se encargan. Creo hay que dar gracias que uno a veces tiene de sobra y si se puede hacer algo extra, brindarlo”.

Y la familia ayuda

Los padres de Lorena también se “pusieron la camiseta” del proyecto. Cuando la repostera tiene otros trabajos pendientes, es su madre Noemí la que se pone con las recetas y empieza a batir. Mientras, su papá va lavando los moldes, acomodando y dejando el lugar prolijo para la siguiente entrega. 

“A ellos -por sus papás- les encantó también poder ayudar. Siempre que se pueda dar una mano, encantados”, contó con una sonrisa Lorena.

Luego la mujer explicó que el proceso de elaboración de las bandejas de tortas lleva poco más de un día y medio de trabajo: “Cada torta lleva su hora y media de horneado, tienen que enfriarse para que se sequen y glasearla. No las apuramos, no las quemamos, no sale ninguna cruda. Yo las hago como si fuera para un cliente, no hay distinción, no varía la calidad ni el proceso”.

Además, antes de la elaboración y la entrega, “Cadena de favores” cuenta con toda una coordinación previa: “Aunque no parezca es un trabajo de todas, toda la mercadería donada se cataloga en un Excel, se controlan los vencimientos, se verifica el estado de las cosas, si hay mercadería a punto de vencer y que vemos que no vamos a llegar a usar se dona. Tratamos de que todo sea lo más transparente posible”, detalló Dietz.

Por último, la repostera destacó que la idea del grupo no es hacer siempre la misma torta, “no queremos que sea un bizcochuelo de aire, buscamos que sea nutritiva, que tenga lácteos, le ponemos glasé con granas porque a los chicos les encanta, vamos variando. Queremos que a pesar de estar en un merendero, que no es lo que se busca, porque todos deberían poder merendar en sus casas con su familias, por lo menos lo disfruten y tengan un grato recuerdo”, cerró. 

Para ayudar

A partir del mes de abril del 2020, el grupo “Cadena de favores” comenzó a llevar semanalmente varias planchas con ricas tortas a los merenderos La Amistad en Frontera, Comedor y merendero La Virgencita de barrio Parque y Sonrisas para un niño de barrio Acapulco y buscan sumar otros espacios que lo necesiten.

Según Dietz a la hora de hacer las tortas generalmente siempre cuentan con muchas donaciones de harina, azúcar, huevos y leche, pero lo más difícil de conseguir es el aceite que, a veces, escasea.

Para contactarse con las mujeres que llevan adelante la iniciativa solidaria se pueden llamar a los teléfonos 3564-619358, 3462-663713 o 3564-619358.