La inseguridad no da tregua en San Francisco y Frontera y los delincuentes, lejos de todo código, se ensañan con los más vulnerables: los adultos mayores. El comienzo del 2021 estuvo signado por dos feroces ataques contra jubilados en el marco de un robo, terminando con graves lesiones para las víctimas.

Para la Policía, que vale destacar actuó rápidamente y detuvo a dos de los tres presuntos involucrados en ambos hechos, “se trataron de casos aislados”. Los mismo sostienen desde la fiscalía que lleva adelante la investigación, sin embargo, referentes de Centros de Jubilados de San Francisco y Frontera, hablan de un desamparo de la tercera edad ante la inseguridad.

El método de los delincuentes fue casi el mismo: llamar la atención de la víctima mediante algún engaño para ingresar a la casa o al menos ser atendidos. Una vez conseguido eso se convierten en monstruos que atacan con violencia. Sin dudas que ante los casos sucedidos existió un estudio previo, ya que se buscó atacar a personas no solo adultas mayores, sino que además vivan solas.

Los dos casos

Milka Roasenda (93) fue salvajemente atacada, aparentemente por dos sujetos el primer sábado del año. El violento episodio se produjo pasadas las 20 en un domicilio de calle Sarmiento al 400. La víctima pudo relatar que habían ingresado a su vivienda dos hombres en busca de dinero. Pero tras no lograr el hallazgo, la agredieron físicamente.

Su nieto, el sacerdote Gabriel Ghione, párroco de la Iglesia del Perpetuo Socorro, fue quien la halló golpeada horas después: “Es inentendible el ensañamiento, los golpes que sufrió, tenían (por los delincuentes) todo a disposición para llevarse lo que quisieran”, dijo ante la consulta de El Periódico.

Milka sufrió un coagulo en el cerebro –su lesión más compleja-, además de politraumatismos, costillas quebradas y algunos cortes. Su estado hasta el viernes era reservado.

Ghione aclaró que en este marco de pandemia es quien le administra el dinero y la ayuda en cuestiones de la casa, por lo que señala que no había ningún dinero importante en el interior del domicilio.

Ese mismo sábado, Héctor Paulasso (82) sufrió también un asalto en su domicilio de calle Güemes al 1000. Alrededor de las 21 atendió un llamado a la puerta abriendo el postigo, momento donde se encontró con otro hombre que de manera violenta lo tomó del brazo desde la vereda y amenazándolo de muerte le robó el reloj, una cadena y un teléfono celular que llevaba en la mano.

En el forcejeo, el anciano terminó con lesiones graves en sus brazos al romperse el postigo de la puerta.

¿Por qué tanta violencia? Según fuentes policiales, los delincuentes suponen que las víctimas no pueden oponer mucha resistencia y eso los convierte en blancos fáciles. Además, los ladrones actuarían convencidos de que estas personas poseen más de lo que tienen pero ocultan el dinero o los objetos de valor, por eso termina habiendo una saña difícil de comprender.


Preocupados y alertas

Desde los Centros de Jubilados de San Francisco y Frontera mostraron preocupación ante lo sucedido y anunciaron que están alertas y comunicados entre sí para evitar nuevos hechos.

Norma Navarro, presidenta del Centro de Jubilados de ATE en San Francisco, manifestó que cada uno “trata de aconsejarse de no abrir las puertas, de fijarse, de no salir en determinado momento, si tienen que ir a algún lado que lo hagan acompañados, que no salgan con plata ni celulares en mano, ayudarse unos con otros si necesitan algo, así sea para los mandados”.

Se mostró dolida por los violentos hechos “porque justamente se ensañaron con la gente mayor que no representa ningún peligro para estos delincuentes, es una injusticia”. Y continuó: “A esa clase de gente tendrían que darle perpetua. Ensañarse así con una persona mayor que no tiene defensa, no tiene explicación y con la saña que lo hicieron es inconcebible”.

Desamparados

En la misma sintonía habló Susana Perotti, presidenta del Centro de Jubilados y pensionados de Frontera: “Si bien la inseguridad se vive en todos lados, fueron situaciones feas la que están viviendo los adultos mayores porque estamos desamparados”.

La mujer reveló que desde el Centro que dirige se trabaja para prevenir ante la inseguridad. “Les decimos que tengan cuidados en los cajeros, que no le abran la puerta a cualquiera; es una problemática que no solamente hay en San Francisco o Frontera sino en todos lados”.

Y aseguró que desde la entidad también dedican tiempo para visitar a los jubilados, siempre teniendo en cuenta las medidas sanitarias correspondientes: “Hay gente que está muy sola y necesita ayuda, por eso nos ofrecemos en todo lo que podamos hacer”, afirmó.

Por último, insistió ante los hechos de violencia: “Hay cosas que no se explican por qué tanta saña con esta señora de 93 años. Nosotros que trabajamos con los adultos mayores para que estén atentos ante cualquier situación. Los jubilados tienen miedo, la COVID por un lado y por otro estos hechos”.  

Asalto y agresión a la tercera edad: hay preocupación en los centros de jubilados

Entre allanamientos y detenciones cayó un pesado

Víctor Darío Arellana (52), más conocido como "el Gitano", fue detenido el martes sospechado de haber sido unos de los agresores de Milka. Se encuentra imputado como presunto autor de "robo calificado por lesiones".

“El Gitano” posee en su haber un pesado prontuario, ya que habría participado de otro violento robo ocurrido en enero de 2020 contra un jubilado en una casa de Sáenz Peña al 1400, también en barrio Catedral.

Además, en mayo del año 2014, Arellana tenía pedido de captura por al menos cinco robos, también a jubilados, con la modalidad de "cuento del tío". Todos en San Francisco. También hizo de las suyas en la provincia de Catamarca, donde fue atrapado en esa oportunidad por la Policía.

Luego de ser detenido por el hecho contra Roasenda, Arellana protagonizó un escándalo en los Tribunales de San Francisco al ingresar a los gritos diciendo que tenía coronavirus.

Por otro lado, el miércoles la Policía detuvo al presunto delincuente acusado de asaltar y provocarle lesiones en el brazo a don Paulasso. Se trata de un joven de 26 años, también con antecedentes penales.