Los Halcones Rojos tenían un andar algo irregular en la Conferencia Norte de la Liga Argentina y buscaba, de la mano del enérgico entrenador Sebastián Torre, volver a ser protagonista este 2020 intentando repetir lo hecho en la temporada anterior (2018-2019), donde se quedó en las puertas del ascenso.

A San Isidro le quedaban 8 partidos para cerrar la fase clasificatoria y luego mentalizarse en los playoffs. El equipo había insinuado una recuperación en los primeros partidos del año, pero sufrió nuevas derrotas que lo arrojaron al noveno puesto de la Conferencia. En marzo, San Isidro cayó con Rosario Basket de visitante y luego en el Severo Robledo con Salta Basket, en un partido que se jugó a puertas cerradas ya con la pandemia en Argentina.

Fue en mayo que comenzó la reconstrucción. Sebastián Torre fue ratificado como entrenador y la dirigencia se movió rápido para comenzar a cerrar el equipo de la nueva temporada que -en ese momento- tenía fecha de comienzo para octubre.

Se anunciaron las incorporaciones de Santiago González y Santiago Ludueña (ambos desertaron); Santiago Assum (u23); Lisandro Gómez Quintero; Tomás Ligorria y Juan Cruz Oberto, además de la continuidad de Bruno Barovero y de Tomás Aimaretti.

Un tiempo después se confirmó el inicio de la pretemporada para diciembre, cuestión que fue postergada tras la aparición de casos de Covid en la burbuja de la Liga Nacional. Hoy la vuelta tiene fecha para febrero donde se renovarán las esperanzas "santas" de pelear por cosas importantes en la segunda división del básquet argentino.